(Libertad Digital) El semanario británico The Economist publica en su último número en el que da cuenta de varios mercados de vivienda que parecen experimentar una burbuja financiera. De 1997 a 2006, el precio medio de la vivienda en España ha aumentado un 165 por ciento real (descontada la inflación), un crecimiento similar al de Gran Bretaña. Este aumento en el precio ha sido favorecido por unos tipos de interés históricamente muy bajos, que abarataban notablemente la compra hipotecaria de una vivienda. De hecho pese a un inicial aumento del precio, el esfuerzo para la compra de una vivienda comenzó a caer de forma notable.
Pero la situación en estos momentos es muy distinta. Los precios han seguido creciendo y son ya muy altos, mientras que los tipos de interés han dejado de bajar, e incluso han comenzado a crecer. Las previsiones, con una inflación alta y la economía mundial y europea recuperándose, apuntan a que los tipos de interés seguirán creciendo. Este aumento del precio del capital puede tener efectos muy claros sobre el mercado español de la vivienda.
El Banco de España ha mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por la situación financiera de los hogares españoles, que a su juicio están excesivamente endeudados. La deuda hipotecaria de los españoles alcanza por primera vez el medio billón de euros, y el banco central no ve indicios de desaceleración. El crédito supera ya el 110 por ciento de su renta disponible bruta.
En un contexto de aumento de los tipos de interés, el peso de la deuda se hace cada vez mayor. El coste medio de las cuotas hipotecarias se ha encarecido en un 15,3 por ciento interanual en el primer trimestre. El Euribor, tipo de referencia principal para el mercado hipotecario, está en máximos en cuatro años y tras ocho meses de subidas consecutivas se sitúa en el 3,3 por ciento.
Cuando una familia se ve ahogada por el efecto de la subida de los tipos de interés sobre su hipoteca, podrá salir adelante vendiendo su piso y pagando con ello la deuda. Pero si la decisión de vender la toma un numero alto de familias y por el mismo motivo (la subida de tipos), entonces lo que puede ocurrir es que se detenga el crecimiento de los pisos de la vivienda, e incluso que comience a caer.
Ante la perspectiva de un precio a la baja, los promotores pueden considerar sacar menos vivienda al mercado. Precisamente, esta es la principal conclusión de un informe elaborado por el departamento de estadística de la Universidad Complutense de Madrid, recogido este sábado por el diario Expansión. Si los tipos de interés se sitúan en el entorno de los tres puntos y medio, la oferta de vivienda nueva comenzará a reducirse, a diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos años. Así, en 2002 la oferta de nueva vivienda rondó las 600.000, mientras que el acumulado anual en el segundo trimestre de 2006 ronda los 800.000. De acuerdo con el informe, una subida de tipos invertiría esa tendencia.