AENA tendrá que lidiar este verano con los controladores y tratar así de disminuir la amenaza de la huelga de controladores, que podría provocar graves prejuicios al sector turístico en pleno verano. Juan Ignacio Lema Devesa reconoce avances en la negociación pero advierte que si se produce el paro, AENA se verá obligada a tomar todas las medidas necesarias, incluso si estas incluyen cerrar aeropuertos.
Pese a que "no se atreve" a calificar lo que hay como principio de acuerdo, Devesa asegura que las reuniones últimas han sido positivas, y que AENA hará lo "posible por llegar a un acuerdo". Al respecto de la negociaciones, asegura que "hay cuatro o cinco cosas de sus doce puntos de reivindicación" sobre los que AENA ha hecho propuestas, algo que "es más que un gesto". "La única cosa que no vamos a negociar es la ley".
"Los controladores han alcanzado una rara unanimidad con respecto a su postura, dice en La Gaceta. Eso no responde a ninguna campaña de acoso", con unas exigencias que superan a las de la UE y que podrían haber provocado que si "AENA, si no hubiese sido pública en su parte de navegación aérea, habría quebrado".
Dice que de "un presupuesto de 1.100 millones los controladores se llevaban 800 millones de euros, lo que representaba un salario medio de 350.000 euros al año". Devesa reconoce que "había un sistema que no era eficiente", pero que AENA ha hecho los deberes contratando más personal.
Preguntado por La Gaceta, el presidente de AENA dice que los servicios mínimos en la huelga "dependerán del día en que la convoquen y del tráfico que esperamos para ese día. Serán los necesarios para garantizar al ciudadano su derecho a la movilidad. No es lo mimo un pasajero que tienen que viajar a las islas o un vuelo intercontinental, donde no hay alternativa y prácticamente hay que garantizar el 100% del derecho de ese pasajero a volar, que uno que quiere volar en la península".
Las "cosas raras" a las que se refería Zapatero, que dijo abiertamente que prefería una huelga como tal que a los paros encubiertos que han tenido lugar hasta ahora, son "que se ponga enferma el 46% de la plantilla de golpe". Dice que AENA "respeta el derecho de huelga", pero que no está justificada. Aunque "es positivo que por primera vez en la historia de los controladores, sea una huelga legal".
Asegura que frente al absentismo camuflado de baja laboral, "si es necesario cerraremos un aeropuerto, pero no vamos a poner el peligro la seguridad bajo ningún concepto". Por otro lado, el recurso a los controladores militares es para casos excepcionales, no para una huelga legal".
El presidente de AENA dice también en La Gaceta estar preocupado por la imagen en el exterior que está dando el conflicto con los controladores. "Ha causado ya un tremendo daño porque mucha gente que posiblemente estaba pensando en venir a España en la segunda quincena de agosto, pues a lo mejore se lo replantea". Es por ello que, en definitiva, si alguien en las condiciones laborales en las que tras el decreto sigue estresado, entonces "no está en condiciones de ser controladores y seguramente tendría que pasar los exámenes médicos y psicofísicos precisos para ver si debe mantener la licencia".