LD (EFE) Shell dijo que tiene previsto invertir 45.000 millones de dólares en la producción de su negocio, en un plazo de tres años, y que se desprenderá de algunas empresas para 2006, por las que espera recaudar 12.000 millones de dólares.
Una de las compañías que podría poner a la venta es el consorcio químico Basell, al tiempo que anunció que ha recibido una oferta de compra para su departamento de mercadotecnia y distribución de gas y petróleo líquido.
Los reguladores decidieron multar a Shell al concluir, tras una investigación, que violó su obligación de informar y registrar sus actividades adecuadamente. La empresa conmocionó el pasado enero a los mercados bursátiles al anunciar que su nivel de reservas de crudo y gas eran un 20 por ciento inferior a lo que se creía. Posteriormente, llegó a reducir su previsión de reservas en tres ocasiones más.
La crisis de las reservas costó el puesto al presidente, Philip Watts, y el jefe de exploración y producción, Walter van de Vijver, quienes, según reveló un informe interno, sabían desde 2001 que se habían sobrevalorado las reservas. Con esta nueva estrategia, la petrolera pretende pasar página a la crisis y dar confianza al mercado de su capacidad competitiva.
El presidente, Jeroen van der Veer, reconoció que el grupo sale de "tiempos difíciles" y confirmó que está controlado el volumen de reservas. Shell también planea simplificar su infraestructura al unir los departamentos de petróleo y químicos. La petrolera no especificó si tiene planes de fusionar sus ramas británica y holandesa, algo que se espera desde hace tiempo.
Actualmente, Shell está participada por Royal Dutch, que tiene un 60 por ciento, y por la británica Shell Transport and Trading, que tiene el 40 por ciento restante. Estas dos empresas cotizan por separado en las bolsas de Londres y Amsterdam.
Una de las compañías que podría poner a la venta es el consorcio químico Basell, al tiempo que anunció que ha recibido una oferta de compra para su departamento de mercadotecnia y distribución de gas y petróleo líquido.
Los reguladores decidieron multar a Shell al concluir, tras una investigación, que violó su obligación de informar y registrar sus actividades adecuadamente. La empresa conmocionó el pasado enero a los mercados bursátiles al anunciar que su nivel de reservas de crudo y gas eran un 20 por ciento inferior a lo que se creía. Posteriormente, llegó a reducir su previsión de reservas en tres ocasiones más.
La crisis de las reservas costó el puesto al presidente, Philip Watts, y el jefe de exploración y producción, Walter van de Vijver, quienes, según reveló un informe interno, sabían desde 2001 que se habían sobrevalorado las reservas. Con esta nueva estrategia, la petrolera pretende pasar página a la crisis y dar confianza al mercado de su capacidad competitiva.
El presidente, Jeroen van der Veer, reconoció que el grupo sale de "tiempos difíciles" y confirmó que está controlado el volumen de reservas. Shell también planea simplificar su infraestructura al unir los departamentos de petróleo y químicos. La petrolera no especificó si tiene planes de fusionar sus ramas británica y holandesa, algo que se espera desde hace tiempo.
Actualmente, Shell está participada por Royal Dutch, que tiene un 60 por ciento, y por la británica Shell Transport and Trading, que tiene el 40 por ciento restante. Estas dos empresas cotizan por separado en las bolsas de Londres y Amsterdam.