LD (EFE) Durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, Sevilla insistió en que el ataque a Irak, además del coste en vidas humanas, tendrá un coste económico que, en el caso de España, será un punto menos de aumento del PIB y 120.000 desempleados más.
El vicepresidente subrayó que, según los indicadores disponibles -producción industrial, consumo eléctrico, afiliaciones a la Seguridad Social y paro-, la economía española mantiene en los primeros meses del 2003 una tasa de crecimiento ligeramente por encima del dos por ciento. Afirmó que "lo que produce miedo en este país desde el punto de vista de política económica es recordar cómo estaba cuando gobernaba el PSOE, tanto en épocas de crisis como de bonanza, miedo a lo que supondría una vuelta al pasado".
Por su parte, la diputada del PSOE María Teresa Costa apuntó a la "crisis sin precedentes" abierta en la UE por la posición del Gobierno español ante la crisis de Irak, que tendrá, a su juicio, "graves consecuencias para la estabilidad y la convivencia comunitaria". Costa preguntó a Rato cómo va a defender ahora el Ejecutivo los intereses de España en el marco de la ampliación, a la hora de decidir el modelo de reparto de los fondos estructurales.
El ministro replicó que todos los gobiernos europeos entienden que España puede tener una posición diferente a la suya en cuestiones como la crisis de Irak y respetar al mismo tiempo la política de cohesión de nuestra país. Además, Rato señaló que, desde que gobierna el PP, los europeos son conscientes de que los fondos estructurales que recibe España "van por el camino adecuado", al contrario de lo que sucedía cuando el PSOE estaba en el poder, declaró.
Durante la sesión de control, Rato también fue preguntado por la evolución de la inflación en febrero y señaló que la subida del 0,2 por ciento, hasta el 3,8 por ciento interanual, se debió principalmente al "considerable" encarecimiento de la energía, ya que las tensiones estructurales, aseguró, continúan reduciéndose.
El vicepresidente subrayó que, según los indicadores disponibles -producción industrial, consumo eléctrico, afiliaciones a la Seguridad Social y paro-, la economía española mantiene en los primeros meses del 2003 una tasa de crecimiento ligeramente por encima del dos por ciento. Afirmó que "lo que produce miedo en este país desde el punto de vista de política económica es recordar cómo estaba cuando gobernaba el PSOE, tanto en épocas de crisis como de bonanza, miedo a lo que supondría una vuelta al pasado".
Por su parte, la diputada del PSOE María Teresa Costa apuntó a la "crisis sin precedentes" abierta en la UE por la posición del Gobierno español ante la crisis de Irak, que tendrá, a su juicio, "graves consecuencias para la estabilidad y la convivencia comunitaria". Costa preguntó a Rato cómo va a defender ahora el Ejecutivo los intereses de España en el marco de la ampliación, a la hora de decidir el modelo de reparto de los fondos estructurales.
El ministro replicó que todos los gobiernos europeos entienden que España puede tener una posición diferente a la suya en cuestiones como la crisis de Irak y respetar al mismo tiempo la política de cohesión de nuestra país. Además, Rato señaló que, desde que gobierna el PP, los europeos son conscientes de que los fondos estructurales que recibe España "van por el camino adecuado", al contrario de lo que sucedía cuando el PSOE estaba en el poder, declaró.
Durante la sesión de control, Rato también fue preguntado por la evolución de la inflación en febrero y señaló que la subida del 0,2 por ciento, hasta el 3,8 por ciento interanual, se debió principalmente al "considerable" encarecimiento de la energía, ya que las tensiones estructurales, aseguró, continúan reduciéndose.