L D (EFE) Los líderes de las tres principales centrales, la izquierdista Cgil y las centristas Cisl y Uil, amenazaron al Ejecutivo del conservador Silvio Berlusconi con nuevas movilizaciones, si no da marcha atrás durante la tramitación de la reforma en el Parlamento. En un clima de normalidad, la huelga fue seguida en la industria "mayoritariamente", según los sindicatos, y de forma "irregular, no superior al 30 por ciento", según la patronal Confindustria.
Más clara fue su repercusión en los servicios, ya que las escuelas y las oficinas públicas, incluidas las de correos, no abrieron durante todo el día y los bancos sólo lo hicieron por la tarde. El tráfico aéreo permaneció suspendido entre las 12:30 y las 16:30 horas (10:30-14:30 GMT), lo que obligó a la compañía Alitalia a cancelar 155 vuelos y a dejar en tierra a 24.000 pasajeros. Tampoco circularon durante las horas centrales del días los trenes, los autobuses urbanos e interurbanos y los barcos que enlazan la península italiana con las islas.
La huelga general de cuatro horas quedó escenificada en el centenar de manifestaciones que recorrieron Italia y que reunieron a decenas de miles de personas. Los organizadores cifraron la participación en 150.000 personas en Roma, 80.000 en Bolonia y 70.000 en Nápoles, las tres ciudad en las que, respectivamente, encabezaron la marcha los líderes de los tres principales sindicatos: Savino Pezzotta (Cisl), Giugelmo Epifani (Cgil) y Luigi Angeletti (Uil).
Más clara fue su repercusión en los servicios, ya que las escuelas y las oficinas públicas, incluidas las de correos, no abrieron durante todo el día y los bancos sólo lo hicieron por la tarde. El tráfico aéreo permaneció suspendido entre las 12:30 y las 16:30 horas (10:30-14:30 GMT), lo que obligó a la compañía Alitalia a cancelar 155 vuelos y a dejar en tierra a 24.000 pasajeros. Tampoco circularon durante las horas centrales del días los trenes, los autobuses urbanos e interurbanos y los barcos que enlazan la península italiana con las islas.
La huelga general de cuatro horas quedó escenificada en el centenar de manifestaciones que recorrieron Italia y que reunieron a decenas de miles de personas. Los organizadores cifraron la participación en 150.000 personas en Roma, 80.000 en Bolonia y 70.000 en Nápoles, las tres ciudad en las que, respectivamente, encabezaron la marcha los líderes de los tres principales sindicatos: Savino Pezzotta (Cisl), Giugelmo Epifani (Cgil) y Luigi Angeletti (Uil).