L D (EFE) La negociación se ha dado por rota pasado el mediodía de este domingo después de que los sindicatos se negaran a aceptar un acuerdo que implicara el despido de trabajadores. Previamente, la empresa había aceptado reducir a la mitad los 1.346 despidos previstos. Las centrales sindicales no han aceptado rescisiones forzosas de contratos, mientras que la empresa se ha negado a aprobar prejubilaciones a partir de los 58 años por considerarlas "inviables" desde el punto de vista organizativo y económico.
Fuentes de la filial de Volkswagen han lamentado que no se haya alcanzado un acuerdo en los 30 días naturales del período de consultas del ERE y han subrayado que durante este proceso la dirección de la compañía automovilística ha planteado una serie de medidas "muy razonables" que reducían los despidos y tenían un coste organizativo y económico.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT), ha señalado que a partir de ahora "no hay que pensar en los 1.346 despidos que prevé el ERE, sino en los más de 16.000 trabajadores de la plantilla del grupo", ya que las inversiones de más de 700 millones de euros acordadas recientemente por el consejo de administración de Seat estaban supeditadas a la consecución de un acuerdo global, ha recalcado la dirección.
Los sindicatos han reclamado al inspector de la trabajo Javier Suquía, designado por el departamento de Trabajo e Industria de la Generalidad para mediar en este conflicto laboral, que obligue a la empresa a mantener el plan industrial, ya que "se trata de un compromiso fundamental para nosotros", en palabras de Carnero. En el acta final se ha incluido un punto que abre la posibilidad a que la administración tenga en cuenta algunas de las medidas pactadas durante la negociación, como las bajas incentivadas voluntarias y las excedencias de entre dos y cinco años, a las que se han acogido unos 220 empleados.