LD (EFE) Según la documentación del ERE, la compañía automovilística, filial del grupo Volkswagen, invertirá en 2006 un total de 200 millones de euros, de los cuales 124,3 millones se destinarán a nuevos modelos, 34,4 millones a estructura, 18,1 millones a fabricación y 16,9 millones a sistemas.
Las inversiones consolidadas hasta 2010, que están pendientes de aprobación por parte del grupo Volkswagen, fluctúan entre los 194,1 millones de euros previstos en 2007, los 261,7 millones en 2008, los 312,8 millones de euros en 2009 y los 238 millones en 2010, según la documentación entregada al Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat y a los sindicatos presentes en el comité intercentros.
Las inversiones consolidadas hasta 2010, que están pendientes de aprobación por parte del grupo Volkswagen, fluctúan entre los 194,1 millones de euros previstos en 2007, los 261,7 millones en 2008, los 312,8 millones de euros en 2009 y los 238 millones en 2010, según la documentación entregada al Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat y a los sindicatos presentes en el comité intercentros.
En el desarrollo de nuevos modelos, Seat tiene previsto invertir 775,7 millones de euros hasta 2010, otros 131,2 millones de euros en fabricación y 107,6 millones más en sistemas.
Recolocaciones en empresas propias y terceras empresas
En el plan de acompañamiento social y en la memoria explicativa de las causas del ERE en Seat SA –donde trabajan 12.763 personas de las 16.865 del total de la plantilla– se establece que, junto a la posibilidad de recolocación de trabajadores en los propios centros de Seat como resultado de la consolidación del plan de jubilaciones parciales, existe la opción de enviar a algunos trabajadores afectados por el expediente a "terceras empresas" mediante la contratación de un servicio de recolocación.
En el ERE también se detalla que "como consecuencia de la reversión de los terrenos previstos por el Consorcio de la Zona Franca, está previsto el traslado de la producción de Zona Franca a las instalaciones que Seat dispone en Martorell mediante la ampliación de parte de la nave en la que actualmente se desarrollan las actividades de producción y montaje".
En la memoria explicativa, que consta de 26 páginas -frente a las tres del plan de acompañamiento social–, se señala que las medidas implantadas hasta ahora en Seat "han resultado insuficientes para paliar la creciente pérdida de rentabilidad de la compañía". En cuanto al entorno competitivo, se afirma que "la cada vez más creciente competencia internacional" y los procesos de deslocalización obligan a la industria española de automoción a "afrontar el desafío buscando un nuevo modelo productivo que introduzca productos más competitivos y que encuentre el valor añadido, no simplemente en el abaratamiento de los costes de mano de obra, sino en la flexibilización de las estructuras y la optimización de costes".
En este contexto, marca como estrategias la "mejora de la rentabilidad de las operaciones" y de la "calidad de los productos" y el desarrollo "de una red de distribución sostenible a largo plazo" y de un programa de adecuación de los costes fijos y reducción del exceso de capacidad productiva. "Resulta patente que Seat ha perdido la competitividad de la que hace años pudo gozar por encontrarse ubicada en España", señala la documentación, que añade que "Seat presenta un ratio de facturación por trabajador de 425.000 euros, muy lejos de los más de 700.000 euros de Renault o de los 675.000 euros de Peugeot-Citroen".
En el ERE también se detalla que "como consecuencia de la reversión de los terrenos previstos por el Consorcio de la Zona Franca, está previsto el traslado de la producción de Zona Franca a las instalaciones que Seat dispone en Martorell mediante la ampliación de parte de la nave en la que actualmente se desarrollan las actividades de producción y montaje".
En la memoria explicativa, que consta de 26 páginas -frente a las tres del plan de acompañamiento social–, se señala que las medidas implantadas hasta ahora en Seat "han resultado insuficientes para paliar la creciente pérdida de rentabilidad de la compañía". En cuanto al entorno competitivo, se afirma que "la cada vez más creciente competencia internacional" y los procesos de deslocalización obligan a la industria española de automoción a "afrontar el desafío buscando un nuevo modelo productivo que introduzca productos más competitivos y que encuentre el valor añadido, no simplemente en el abaratamiento de los costes de mano de obra, sino en la flexibilización de las estructuras y la optimización de costes".
En este contexto, marca como estrategias la "mejora de la rentabilidad de las operaciones" y de la "calidad de los productos" y el desarrollo "de una red de distribución sostenible a largo plazo" y de un programa de adecuación de los costes fijos y reducción del exceso de capacidad productiva. "Resulta patente que Seat ha perdido la competitividad de la que hace años pudo gozar por encontrarse ubicada en España", señala la documentación, que añade que "Seat presenta un ratio de facturación por trabajador de 425.000 euros, muy lejos de los más de 700.000 euros de Renault o de los 675.000 euros de Peugeot-Citroen".