L D (Agencias) Según los datos de la Balanza de Pagos publicados este miércoles por el Banco de España, este aumento es resultado del mayor déficit de las balanzas comercial y de rentas, así como del menor superávit por transferencias, que no pudieron ser compensados por la mejora en el saldo positivo de los servicios. Así, el déficit comercial alcanzó en los siete primeros meses 19.952,8 millones de euros, frente a 16.987,7 millones de un año antes, lo que se explica por un crecimiento de las exportaciones del 6,9 por ciento y un incremento de las importaciones del 8,8 por ciento. La balanza de servicios se saldó con un superávit de 15.249,6 millones, cifra que supera los 14.532,2 millones del año anterior y que refleja la mejora experimentada en la rúbrica de turismo y viajes, que, con un saldo positivo de 16.701,8 millones, superó en el 4,7 por ciento al correspondiente al mismo periodo del 2002, cifrado en 15.959,3 millones.
Los ingresos y pagos por rentas se saldaron con un déficit de 7.968,8 millones, cuando en los siete primeros meses del pasado ejercicio el saldo deficitario fue de 6.854,8 millones. El otro factor que contribuyó al incremento del déficit de la balanza por cuenta corriente fue el flujo de transferencias, que experimentó un notable empeoramiento del superávit alcanzado en 2002, al pasar de 2.143,1 millones a 991,8 millones. Por su parte, la balanza de capital terminó los siete primeros meses del año con un saldo positivo de 4.393,8 millones (4.263,5 millones en el ejercicio anterior), lo que situó la necesidad de financiación de España frente al resto del mundo en 7.286,4 millones de euros, muy por encima de los 2.903,6 millones de un año antes.
La cuenta financiera, excluido el Banco de España, registró hasta julio unas entradas netas de 13.258,6 millones de euros, muy por encima de los 4.337 millones contabilizados entre enero y julio del 2002. En consecuencia, al finalizar julio, los activos netos del Banco de España frente al exterior aumentaron el 58 por ciento y se situaron en 4.177,5 millones. Por lo que se refiere exclusivamente al mes de julio, los datos facilitados por el Banco de España indican que el déficit de la balanza por cuenta corriente pasó de 857,2 millones en 2002 a 2.080,3 millones en 2003. Las causas, explica el Banco de España, están en el empeoramiento de la balanza comercial, cuyo déficit pasó de 2.697,2 millones en julio de 2002 a 3.660,2 millones en julio pasado, junto a la peor evolución de la rúbrica de transferencias, que en julio del año pasado tuvo un superávit de 502,1 millones y en el mismo mes del presente ejercicio un saldo negativo de 213 millones.
Los ingresos y pagos por rentas se saldaron con un déficit de 7.968,8 millones, cuando en los siete primeros meses del pasado ejercicio el saldo deficitario fue de 6.854,8 millones. El otro factor que contribuyó al incremento del déficit de la balanza por cuenta corriente fue el flujo de transferencias, que experimentó un notable empeoramiento del superávit alcanzado en 2002, al pasar de 2.143,1 millones a 991,8 millones. Por su parte, la balanza de capital terminó los siete primeros meses del año con un saldo positivo de 4.393,8 millones (4.263,5 millones en el ejercicio anterior), lo que situó la necesidad de financiación de España frente al resto del mundo en 7.286,4 millones de euros, muy por encima de los 2.903,6 millones de un año antes.
La cuenta financiera, excluido el Banco de España, registró hasta julio unas entradas netas de 13.258,6 millones de euros, muy por encima de los 4.337 millones contabilizados entre enero y julio del 2002. En consecuencia, al finalizar julio, los activos netos del Banco de España frente al exterior aumentaron el 58 por ciento y se situaron en 4.177,5 millones. Por lo que se refiere exclusivamente al mes de julio, los datos facilitados por el Banco de España indican que el déficit de la balanza por cuenta corriente pasó de 857,2 millones en 2002 a 2.080,3 millones en 2003. Las causas, explica el Banco de España, están en el empeoramiento de la balanza comercial, cuyo déficit pasó de 2.697,2 millones en julio de 2002 a 3.660,2 millones en julio pasado, junto a la peor evolución de la rúbrica de transferencias, que en julio del año pasado tuvo un superávit de 502,1 millones y en el mismo mes del presente ejercicio un saldo negativo de 213 millones.