El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ha decido enfrentarse a los sindicatos en su último año de mandato. Tras entrar en quiebra técnica a principios de 2009, el Ejecutivo californiano se ha visto obligado a desmontar, poco a poco, su desarrollado Estado de Bienestar mediante recortes presupuestarios para ajustar sus cuentas públicas.
Ahora, le toca el turno a los poderosos sindicatos californianos. Las medidas propuestas por Schwarzenegger para reformar el sector público no son bien acogidas por los funcionarios. Entre ellas destacan:
- Privatización de las prisiones, lo que menoscabaría el poder del sindicato de guardias.
- Recortar las protecciones de los profesores senior, uno de los principales privilegios obtenidos a través de la presión sindical.
- Reducir el número de enfermos, minusválidos y ancianos que son cuidados a través del programa In-Home Supportive Services (en el que prácticamente solo trabajan miembros del sindicato), recortando el salario percibido por los cuidadores.
- Reducir permanentemente el salario de los funcionarios estatales en un 5% sin volver a la mesa de negociación colectiva con los sindicatos.
- Aumentar la contribución de los funcionarios a su plan de jubilación en un 5%.
No está claro que el gobernador de California vaya a vencer a los sindicatos y al Partido Demócrata, el que más contribuciones recibe de ellos. No obstante, ya ha sido derrotado anteriormente cuando intentó introducir medidas de este estilo, contrarias a los intereses de los funcionarios y los sindicatos.
La crisis de las pensiones y los privilegios sindicales
De momento, parece que los planes del gobernador cuentan con el apoyo d ela prensa regional. Así, Los Angeles Times ha publicado en las últimas fechas una serie de reportajes sobre la escuela pública del distrito, que ni siquiera intenta despedir a los profesores incompetentes y a duras penas es capaz de desprenderse de aquellos que son acusados de mala conducta y abuso.
Además, la ley estatal, conocida como Peace Officers Bill of Rights, junto con una extrema protección de la privacidad, hace casi imposible despedir a oficiales de policía que han abusado de su autoridad.
Por otro lado, la prensa californiana se ha hecho eco de varios escándalos relacionados con el sistema de pensiones para los empleados públicos, llamado CalPERS. Dicho sistema registra pérdidas récord después de haber llevado a cabo varias arriesgadas inversiones en bienes inmuebles. El Gobierno promueve ese riesgo: con unos beneficios fijados de antemano, si la inversión va bien los funcionarios salen ganando, mientras que si va mal los contribuyentes pagan la factura.
Los más grave, en palabras del periodista Steven Greenhut, es que haya una sociedad segmentada en dos partes, donde los empleados del Gobierno y sus sindicatos disfrutan de beneficios muy por encima de los de aquellos para quienes, supuestamente, trabajan.
El intervencionismo sume a California en números rojos
Tras entrar en quiebra, parece que ahora Schwarzenegger está dispuesto a restar poder a los sindicatos y funcionarios californianos. Pero, ¿por qué ha entrado en bancarrota California?
En opinión del analista e inversor Mike Shedlock, la razón es un exceso de intervencionismo: California tiene un clima empresarial muy poco atractivo, cuenta con algunos de los impuestos más altos del país, los sindicatos ostentan mucho poder (sobre todo, el de profesores y funcionarios de prisiones, y a nivel municipal el de la policía y los bomberos), y ofrece una basta cantidad de ayudas públicas y servicios que fomentan la llegada de inmigrantes y el éxodo de residentes adinerados.
Impuestos altos
California tiene el tercer impuesto estatal sobre la renta más alto del país: un 9,55% para el tramo de 47.055 dólares, y un 10% para el de un millón de dólares. También tiene el IVA más alto (8,25%), y un impuesto sobre beneficios muy fuerte y no graduado del 8,84%. El impuesto sobre capitales (9,55%) es el cuarto más alto de entre todos los estados de EEUU.
El impuesto de gasolina californiano es el más elevado. El impuesto de matriculación también es de los más altos. California tan sólo puntúa bien en el impuesto sobre bienes inmuebles, en la posición 13 del ranking nacional.
¿Dónde son destinados?
Mike Shedlock ha elaborado una lista informal de receptores del gasto público. Uno de cada cinco habitantes del condado de Los Angeles (2,2 millones de personas) recibe subsidios. California tiene un 12% de la población de la nación, pero acumula ni más ni menos que el 36% de los receptores de “ayudas temporales para familias necesitadas” de todo el país.
Los guardias de prisiones y los profesores de California son los mejor pagados de EEUU, gracias a la presión sindical. El Estado proporciona educación universitaria a precios muy rebajados. La media nacional del precio de la matrícula e EEUU es 4,5 veces mayor que en California. Además, el Estado ofrece cursos gratuitos (desde clases de baile a lecciones de bollería) a miles de adultos, entre otros numerosos programas de subsidios y ayudas públicas.
California tiene uno de los bonos peor valorados del mercado. Es uno de los estados donde las empresas están expuestas a más demandas legales (ocupa el puesto 44 en el ranking "2008 Lawsuit Climate"). El informe de la Tax Foundation 2010 State Business Tax Climate sitúa a California en la posición 48 (de 50) del ranking del clima para hacer negocios.
En resumen, ¿casualidad? El que hasta ahora era el Estado de Bienestar más desarrollado de EEUU ha sido el primero en quebrar debido a su sobredimensionado sector público. Tras la bancarrota, y ante el rechazo de los votantes a aumentar la presión fiscal, Schwarzenegger se está viendo obligado a reducir el gasto público a marchas forzadas para equilibrar las cuentas.