LD (EFE) "Entre 20 y 30 dólares del precio por barril (de en torno a 65 dólares) se deben únicamente a la especulación", dijo Schroeder, para quien los especuladores internacionales han actuado de forma "irresponsable".
Por eso, añadió, el Gobierno alemán ha presionado en el G7 por lograr una mayor transparencia en los mercados, propuesta que, añadió, ha sido bloqueada sobre todo por el Reino Unido y Estados Unidos, pero que él pensaba seguir defendiendo.
Defendió su decisión de liberalizar parte de las reservas nacionales para contrarrestar la subida de precios e intentar dar "algo del tranquilidad al mercado", pero subrayó que no sólo hay que responder al huracán Katrina con solidaridad y ayuda sino que hay que plantearse el futuro de la política energética.
Es ahí cuando entró a hacer un balance de siete años de política energética, en la que el Gobierno decidió apostar "masivamente por las energías renovables" para conseguir una mayor independencia del petróleo. "Nuestro objetivo es ir elevando el porcentaje de las renovables al veinte por ciento", señaló y contrapuso a ese objetivo la oferta conservadora de volver a la energía nuclear, proyecto que calificó de "retrógrado".
Por eso, añadió, el Gobierno alemán ha presionado en el G7 por lograr una mayor transparencia en los mercados, propuesta que, añadió, ha sido bloqueada sobre todo por el Reino Unido y Estados Unidos, pero que él pensaba seguir defendiendo.
Defendió su decisión de liberalizar parte de las reservas nacionales para contrarrestar la subida de precios e intentar dar "algo del tranquilidad al mercado", pero subrayó que no sólo hay que responder al huracán Katrina con solidaridad y ayuda sino que hay que plantearse el futuro de la política energética.
Es ahí cuando entró a hacer un balance de siete años de política energética, en la que el Gobierno decidió apostar "masivamente por las energías renovables" para conseguir una mayor independencia del petróleo. "Nuestro objetivo es ir elevando el porcentaje de las renovables al veinte por ciento", señaló y contrapuso a ese objetivo la oferta conservadora de volver a la energía nuclear, proyecto que calificó de "retrógrado".