LD (EFE) En un comunicado enviado a la Bolsa de Londres, Abbey informó de esos cambios, dirigidos a "ayudar a que la compañía logre los beneficios de ingresos y ahorro de costes ya anunciados y que haya la mínima interrupción posible del negocio durante la etapa de transición".
En el directorio del recién adquirido Abbey National estarán, en cargos no ejecutivos, Rodríguez Inciarte, como vicepresidente, y Antonio Horta, presidente del grupo portugués Totta, José María Fuster, director general de Medios, y José María Carballo, que ha tenido cargos en Londres, Nueva York y Madrid.
En el directorio del recién adquirido Abbey National estarán, en cargos no ejecutivos, Rodríguez Inciarte, como vicepresidente, y Antonio Horta, presidente del grupo portugués Totta, José María Fuster, director general de Medios, y José María Carballo, que ha tenido cargos en Londres, Nueva York y Madrid.
El pasado día 15, Francisco Gómez Roldán ya fue nombrado director ejecutivo de Abbey, en sustitución de Luqman Arnold. Se mantienen en sus puestos, sin embargo, el presidente de Abbey, Terry Burns, y el ejecutivo Keith Woodley.
En el comunicado, Gómez Roldán señaló que su objetivo es "acelerar el plan de renovación de Abbey y empezar a lograr los beneficios por ingresos y ahorros de costes identificados por el Santander cuando hizo su oferta para adquirir Abbey". Según el ejecutivo español, Abbey, sexta entidad británica, "tiene el potencial de ser uno de los bancos más eficientes y rentables del Reino Unido, y la nueva estructura es decisiva para lograr ese objetivo".
Además de cambiar los vocales del consejo de administración, el Santander ha modificado la estructura organizativa de determinadas divisiones, siguiendo el modelo que siempre aplica. Abbey fusionará sus actividades de tecnologías de la información y servicio al cliente en una sola división, y habrá otra nueva dedicada a seguros y gestión de activos, como muestra de su importancia para el banco británico.
El Santander cerró este año la mayor operación transfronteriza bancaria de la Unión Europea con la compra de Abbey, segundo banco hipotecario del Reino Unido, por unos 13.400 millones de euros en acciones y metálico. Esta ha sido la primera vez que una entidad extranjera adquiere en su totalidad un banco británico.