Los países de la zona euro se comprometieron este jueves a ayudar a Grecia a hacer frente a su crisis de deuda y a acudir a su rescate si es necesario para evitar el contagio a otros países de la eurozona atacados por los mercados como España y Portugal, pero no concretaron qué medidas espcíficas adoptarán si se agrava la inestabilidad de la eurozona.
"Los Estados miembros de la eurozona adoptarán medidas contundentes y coordinadas si es necesario para salvaguardar la estabilidad financiera en la eurozona en su conjunto", anunció en una breve declaración sin admitir preguntas el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Aclaró que de momento "el Gobierno griego no ha pedido ningún apoyo financiero".
Posteriormente, en una rueda de prensa conjunto con Durao Barroso, Van Rompuy reafirmó que los líderes de la UE están "comprometidos" en una posición común y lanzó la idea, supuestamente bien acogida por los mandatarios europeos, de ampliar su número de cumbres. El belga aseguró que le gustaría que hubiera una reunión del Consejo Europeo (con los presidentes y jefes de Estado de la UE) al mes. Por su parte, Durao Barroso defendió que el acuerdo era todo lo concreto que podía ser, aunque se remitió a la reunión de los ministros de Finanzas de la próxima semana para saber las medias exactas que se aprobarán. El portugués aseguró que "es imposible encontrar un nivel superior de acuerdo" al alcanzado (es decir, el compromiso de Grecia de controlar sus finanzas públicas y del resto de países de ayudar al país heleno si es necesario).
El acuerdo para ayudar a Grecia se alcanzó en una reunión entre el primer ministro griego, George Papandreu, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel previa a la cumbre informal de líderes de la UE que se celebra en Bruselas. En el encuentro participaron también Van Rompuy, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.
Zapatero, ausente
No estuvo presente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que España ocupa la presidencia de turno de la UE. Fuentes de la delegación española informaron de que Zapatero habló con Van Rompuy al término de la reunión organizada por Francia y Alemania y destacaron que el presidente participó a primera hora en un desayuno de trabajo con Barroso, Trichet, el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, y el propio Van Rompuy.
Los países de la eurozona respaldaron "plenamente los esfuerzos del Gobierno griego y su compromiso de hacer lo que sea necesario, incluyendo la adopción de medidas adicionales, para garantizar que los objetivos ambiciosos fijados en el programa de estabilidad para 2010 y los años siguientes se cumplan". El plan griego prevé recortar el déficit 4 puntos este año y pasar del 12,7% del PIB en 2009 hasta el 2,8% en 2012.
"Pedimos al Gobierno griego que aplique todas estas medidas de forma rigurosa y determinada para reducir efectivamente el déficit presupuestario 4 puntos porcentuales en 2010", dijo el presidente permanente del Consejo Europeo. Los líderes de los 17 reclamaron además a los ministros de Economía de la UE que en su reunión del próximo 16 de febrero aprueben las recomendaciones que la Comisión ha dirigido a Atenas para ajustar sus cuentas, incluyendo las "medidas adicionales" anunciadas por el Gobierno griego.
"La Comisión vigilará de cerca la aplicación de las recomendaciones en contacto con el BCE y propondrá si es necesario medidas adicionales contando con el asesoramiento técnico del Fondo Monetario Internacional. La primera evaluación se hará en marzo", resaltó Van Rompuy.
MerkeL: "Hay que cumplir las reglas"
"Grecia es parte de la unión monetaria. Grecia no se quedará sola, pero hay que cumplir las reglas y sobre esta base habrá una declaración", afirmó por su parte la canciller alemana, Ángela Merkel.
La delegación española expresó su satisfacción por el hecho de que se haya adoptado una "salida europea" a la crisis griega sin recurrir a "medidas bilaterales". Aseguraron asimismo que el acuerdo adoptado se refiere únicamente a Grecia y no a otros países de la eurozona que puedan verse atacados por los mercados.
En todo caso, Van Rompuy subrayó que "todos los Estados miembros de la eurozona deben llevara a cabo políticas nacionales sanas que se ajusten a las reglas acordadas". "Tenemos una responsabilidad compartida en la estabilidad económica y financiera en la eurozona", afirmó.