La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, acudió este jueves a TVE para hablar de la reforma laboral, las pensiones y su futuro. Apuntó que los empresarios no tienen que tener ningún temor, ya que todas las decisiones que tomen conforme a la reforma laboral ya convalidada son legales y subrayó que si luego hay algún cambio lo que hayan hecho será perfectamente válido.
También incidió en que el decreto sobre la reforma no presenta ninguna indefinición y es válido desde su publicación y añadió que, en cualquier caso, el Gobierno intentará acortar lo más posible su tramitación.
Salgado indicó que la reforma tiene margen para recoger las propuestas de los grupos parlamentarios y, si bien admitió que todo es susceptible de mejora, subrayó que los elementos fundamentales de la reforma ya están ahí. En cualquier caso, admitió que "evidentemente" algunos temas se pueden perfilar más, "como los relativos a las causas objetivas del despido u otras cuestiones".
Asimismo, aseguró que no es cierto que se abarate el despido ya que, dijo, se respetarán los derechos de los trabajadores y sus cláusulas de despido en los contratos indefinidos. Lo que sí es verdad, apuntó Salgado, es que para los empresarios será más barato financiar los costes del despido.
Sobre la abstención del diputado del PSOE Antonio Gutiérrez en la votación de la reforma laboral, la vicepresidenta afirmó que comprende su posición pero que no la comparte, y añadió que será el grupo parlamentario socialista el que tome una decisión sobre este asunto, aunque subrayó que a ella le gustaría seguir contando con él.
Los graves problemas del sistema de pensiones
Además, Salgado aseguró que la propuesta del Ejecutivo sobre la reforma de las pensiones es muy razonable y añadió que hay mucho tiempo por delante y ninguna urgencia para concretarla.
Asimismo, apuntó que la sostenibilidad del sistema está garantizada hasta 2025, pero que a partir del 2030 ó 2035 puede haber problemas graves.
También subrayó que se siente completamente apoyada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el que habla todos los días y en largas conversaciones, y añadió que no le afectan los rumores sobre posibles cambios en el Ejecutivo y que lo que sí le afecta es el paro, el crecimiento o el coste de las emisiones de deuda.
¿El fin de los 420 euros?
Mientras, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, admitió que en el seno del Gobierno tendrá que hacer un "debate" acerca de la conveniencia o no de prorrogar las ayudas de 420 euros, que en la actualidad alcanza a "casi medio millón" de parados, en un momento en el que se están tomando medidas para reducir el déficit público.
En declaraciones a los periodistas antes de participar en la reunión de presidentes de Comisiones de Trabajo e Inmigración de los Parlamentos europeos en el Congreso de los Diputados, Corbacho aseguró que su ministerio "valora muy positivamente" esta ayuda, cuya duración es de seis meses.
No obstante, admitió que España se encuentra ante la necesidad de implementar "medidas de reducción del déficit" y que los Presupuestos Generales del Estado del 2011 van a ser "de contención", "Esperemos a ver cuáles son las partidas que se podrán ver afectadas", señaló.