Como operación de imagen está genial: que pague la banca. Pero no es más que una forma de recaudar impuestos al ciudadano, la banca no paga nada, lo traslada al consumidor final.

Un nuevo impuesto camuflado entonces.

La banca lo repercutirá de alguna forma a los usuarios, seguirán teniengo pingues beneficios (o más) y otra nueva forma de expoliar los bolsillos de los currantes de manera injusta, porque no tendrá en cuenta la capacidad económica del usuario de la cuenta.

Y todo para llenar bolsillos de subvenciones pijas, hacer transferencias a los catalufos y vaskuences, y pensiones para los "pobres" di-PUTA-dos. Incluidos dudosos cargos como en novio de la Aído a quien pagamos por ejercer de "consolador".

Ni el Pernales soñó con tantas formas de robar y tan descaradas, jodér¡