Por el denominado contrato del año pujaba también otro grupo con 'sello español' (el integrado por Acciona, FCC y ACS, Hochtief y la mexicana Ica) que planteó el presupuesto más elevado (5.548 millones de dólares, unos 3.991 millones de euros) y un consorcio internacional integrado por la americana Betchel y las japonesas Mitsubishi y Tasei, que propuso un importe de 4.185 millones de dólares (3.010 millones de euros).
El proyecto consiste en la construcción de un tercer carril de esclusas que se sumará a los dos con que actualmente cuenta esta infraestructura. El canal duplicará de esta forma la capacidad de transporte de carga por la vía hasta alcanzar unos 600 millones de toneladas anuales.
Está previsto que la construcción de esta tercera esclusa del Canal de Panamá conlleve entre siete u ocho años de trabajo, dado que se espera que empiece a operar entre 2014 y 2015. Se calcula que los trabajos pueden generar 5.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos.
La adjudicación, en un acto público de apertura de los sobres de las ofertas por parte de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), fue inmediatamente confirmada por el presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, a quien la noticia sorprendió mientras intervenía en una jornada sobre construcción.
Tras recibir los aplausos de los asistentes, entre ellos los principales ejecutivos del resto de grandes constructoras, calificó la adjudicación de "gran noticia para la ingeniería española".
El encuentro constructor fue además clausurado por el ministro de Fomento, José Blanco, quien felicitó a Sacyr y su presidente. "Quisiera felicitar a Sacyr y a Luis del Rivero por este contrato tan importante. Nos enorgullece muchísimo el papel que las empresas constructoras españolas están jugando en el mundo", declaró el ministro antes de pronunciar su discurso.
La consecución de este contrato supone la segunda gran obra civil que Sacyr consigue en consorcio con Impregilo, dado que hace años lograron la construcción del puente sobre el Estrecho de Messina al Sur de Italia, obras que el Ejecutivo italiano prevé retomar ahora tras permanecer unos años en suspenso.
La adjudicación de la ampliación del Canal de Panamá coincide con la actual crisis económica y, en el caso de España, con el parón del sector de la construcción, fundamentalmente residencial, con lo que la consecución del contrato supone un importante empuje a las carteras de obra de las empresas adjudicatarias, sobre todo en el mercado internacional.
Con todo, las grandes constructoras españolas seguirán además incrementando su peso en el mercado constructor internacional, en el que con el cierre de 2008 encadenaron cuatro ejercicios de récord en contratación, con un total de 12.000 millones de euros, según datos de la patronal Seopan.