LD (EFE) La facturación de la compañía alcanzó los 2.064,15 millones durante el año pasado, lo que supone un incremento del 61,5 por ciento respecto al 2002; al tiempo que la deuda casi se duplicó, hasta alcanzar 6.367,68 millones.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) aumentó el 27,09 por ciento, hasta cerrar el 2003 con 453,92 millones, y el neto el 13,5 por ciento, hasta 397,68 millones.
El flujo de caja generado llegó a 465,22 millones, un 17,3 por ciento más, mientras que los activos casi se duplicaron durante el 2003, hasta alcanzar un valor de 11.345,38 millones. De los 6.368 millones de deuda con los que cerró el año el grupo inmobiliario, el 43 por ciento está asociado a la financiación de proyectos de concesiones, el 18,7 por ciento a hipotecas y arrendamiento de edificios, el 18,8 por ciento a créditos promotores y el 13,4 por ciento a préstamos corporativos.
Para comparar los resultados de 2002 y de 2003 hay que tener en cuenta, además de la fusión de ambas compañías, la compra de la mayoría del capital de Somague, de forma que el año pasado se contabilizó el cien por cien del grupo portugués y durante el ejercicio anterior sólo el 29,69 por ciento. Además, desde el pasado 1 de noviembre se contabilizan los resultados del 50 por ciento comprado de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA).
La compañía asegura que, además de estas variaciones, sus resultados mejoraron gracias a la buena evolución orgánica de todas sus áreas de negocio. En este sentido, destaca el crecimiento del 38,6 por ciento de la facturación de su división de Construcción –actividad de la Sacyr original–, que ingresó 1.109 millones y ganó 71,61 millones durante el 2003 (una cifra inferior a la del 2002 pero que la compañía asegura que no es comparable).
Por lo que se refiere a la Promoción de Viviendas –actividad clásica de Vallehermoso–, sus ingresos aumentaron el 42,7 por ciento, hasta los 969,5 millones y su beneficio el 24,3 por ciento, hasta los 111,24 millones.