LD (Europa Press) Según fuentes citadas por la agencia de noticias Europa Press Adif, estudiará esta propuesta de adjudicación y, previsiblemente, la aprobará en la reunión de su consejo de administración prevista para mañana viernes. Por esta obra también pujan el resto de las seis grandes constructoras cotizadas (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial y OHL), además de Isolux Corsán, San José, Comsa y Rubau en distintos consorcios.
La adjudicación de esta obra y su posterior ejecución no está exenta de polémica. La premura para inaugurar los tramos, actualmente en construcción, están ocasionando numerosos problemas a los vecinos de Barcelona. Dos líneas de cercanías permanecen cortadas desde que el pasado fin de semana se registrase un sexto y último socavón en las obras a su paso por el Gordal. Hace pocas semanas, una tuneladora derribó un muro y tuvo que volver a reconstruirlo para que las autoridades pertinentes pudieran hacer la inauguración de un tramo para después volver a tirarlo. El nuevo tramo a adjudicar también ha suscitado polémica en Barcelona porque pasará cerca del templo de la Sagrada Familia.
El contrato contará con un plazo de ejecución de 35 meses (dos años y once meses). El Ministerio de Fomento ya anunció que aplazaba en tres años, desde 2009 hasta 2012, el plazo de ejecución del AVE desde su paso por Barcelona hasta la frontera francesa por su complejidad técnica. En concreto, los trabajos de construcción del AVE por la Ciudad Condal consisten en la construcción del tramo de 5,64 kilómetros de longitud que unirá las dos estaciones de tren de Barcelona. El trazado partirá de la actual estación de Barcelona-Sants para discurrir en túnel hasta la futura estación de La Sagrera.
Los primeros 422 metros y los últimos 395 metros del trazado se realizarán mediante el sistema de falso túnel entre pantallas, mientras que los 4,82 kilómetros restantes se construirán con el empleo de tuneladora.
El trazado corresponde al acordado entre las tres administraciones (Ministerio de Fomento, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona) y con él, según aseguran, se consigue que el túnel no discurra bajo edificios en ningún punto de su recorrido, y lo haga siempre por la zona central de las calles y avenidas de L'Eixample.
La sagrada familia
El contrato también incluye la ejecución de un tratamiento de protección para el tramo de túnel que pasa cerca del templo de la Sagrada Familia de Gaudí, para evitar que las obras le causen daño alguno.
En concreto, en el tramo de recorrido próximo al templo, con carácter previo al paso de la tuneladora, será preciso disponer una protección específica mediante una pantalla permeable de pilotes de 1,5 metros de diámetro y unos 40 metros de profundidad.
Con esta barrera se pretende asegurar que los movimientos del terreno generados por las obras de construcción del túnel no se transmitan al templo.