LD (EFE) En un comunicado remitido poco después de las 11.00 horas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo constructor apuntó que las plusvalías obtenidas ascendían a 151,02 millones de euros. Sin embargo, apenas tres horas después, envió otro comunicado al órgano supervisor para corregir la cifra inicial y comunicar que la cuantía ingresada era de 148,63 millones de euro.
Un portavoz de la compañía apuntó que la corrección únicamente "debe estar relacionada con alguna disparidad de cálculo en el último momento" y que no responde a ningún otro motivo.
El grupo presidido por Luis del Rivero contrató en su día instrumentos de cobertura con el objetivo de convertirse en el primer accionista de la segunda entidad bancaria española y de entrar en su Consejo de Administración. Sin embargo, el máximo órgano de gestión de Sacyr decidió este martes, por unanimidad, desistir de su objetivo y, consecuentemente, cancelar esos instrumentos, así como vender los 16 millones de acciones que ya controlaba del BBVA, equivalentes al 0,4718 por ciento del capital.
La operación fue vista como una maniobra política para quitar a Francisco González la presidencia del BBVA, aunque Del Rivero siempre la ha defendido como una vía para crear valor tanto para la constructora como para el banco. Pese a los esfuerzos de Del Rivero, os analistas bursátiles destacaron en su día la carencia de "sentido económico" de la operación, ya que no aportaba ningún beneficio a la constructora y ni siquiera le daba la mayoría suficiente para tener verdadero poder en la gestión del banco.
Un portavoz de la compañía apuntó que la corrección únicamente "debe estar relacionada con alguna disparidad de cálculo en el último momento" y que no responde a ningún otro motivo.
El grupo presidido por Luis del Rivero contrató en su día instrumentos de cobertura con el objetivo de convertirse en el primer accionista de la segunda entidad bancaria española y de entrar en su Consejo de Administración. Sin embargo, el máximo órgano de gestión de Sacyr decidió este martes, por unanimidad, desistir de su objetivo y, consecuentemente, cancelar esos instrumentos, así como vender los 16 millones de acciones que ya controlaba del BBVA, equivalentes al 0,4718 por ciento del capital.
La operación fue vista como una maniobra política para quitar a Francisco González la presidencia del BBVA, aunque Del Rivero siempre la ha defendido como una vía para crear valor tanto para la constructora como para el banco. Pese a los esfuerzos de Del Rivero, os analistas bursátiles destacaron en su día la carencia de "sentido económico" de la operación, ya que no aportaba ningún beneficio a la constructora y ni siquiera le daba la mayoría suficiente para tener verdadero poder en la gestión del banco.