LD (EFE) El foro energético que se celebra durante dos días en la antigua capital imperial rusa es la continuación de los contactos iniciados en octubre del año pasado en la ciudad estadounidense de Houston, Texas, entre los gobiernos de Rusia y de EEUU y sus principales empresas de hidrocarburos. Ambas reuniones plasman el acuerdo de cooperación energética firmado por los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, George W. Bush, en la cumbre de Moscú de mayo de 2002, que abrió una nueva era de relaciones entre ambos países.
El momento estrella de dicha cumbre fue la firma de un tratado de desarme estratégico entre ambos países, pero el colofón de la reunión fue la apuesta común para hacer frente a los desafíos energéticos de la nueva década. Este acuerdo de cooperación energética quedó varado tras el ataque de EEUU a Irak, uno de los mayores productores de petróleo del mundo y en el que Rusia tenía muchos intereses ahora paralizados. Sin embargo, tras limar en los últimos meses esas diferencias, ahora Rusia y EEUU intentan relanzar el que consideran ya un "matrimonio de intereses" bajo palio energético, beneficioso para ambos países.
El objetivo principal, como ha reconocido el propio Putin, es convertir a Rusia en el abastecedor de hasta el 13 por ciento de las importaciones totales de crudo norteamericanas hacia 2010. Las norteamericanas ExxonMobil y ChvronTexaco siguen muy de cerca el principio de acuerdo alcanzado en noviembre pasado por las firmas energéticas rusas más importantes para convertir a Murmansk en la cabeza de puente de la exportación del crudo ruso a Occidente. Desde Murmansk se podrán embarcar hasta 120 millones de toneladas de crudo anuales, principalmente hacia a EEUU, gracias a que ese puerto está libre de hielo todo el año, como dijo en San Petersburgo el presidente del gigante petrolero ruso Yukos, Mijail Jodorkovski.
El momento estrella de dicha cumbre fue la firma de un tratado de desarme estratégico entre ambos países, pero el colofón de la reunión fue la apuesta común para hacer frente a los desafíos energéticos de la nueva década. Este acuerdo de cooperación energética quedó varado tras el ataque de EEUU a Irak, uno de los mayores productores de petróleo del mundo y en el que Rusia tenía muchos intereses ahora paralizados. Sin embargo, tras limar en los últimos meses esas diferencias, ahora Rusia y EEUU intentan relanzar el que consideran ya un "matrimonio de intereses" bajo palio energético, beneficioso para ambos países.
El objetivo principal, como ha reconocido el propio Putin, es convertir a Rusia en el abastecedor de hasta el 13 por ciento de las importaciones totales de crudo norteamericanas hacia 2010. Las norteamericanas ExxonMobil y ChvronTexaco siguen muy de cerca el principio de acuerdo alcanzado en noviembre pasado por las firmas energéticas rusas más importantes para convertir a Murmansk en la cabeza de puente de la exportación del crudo ruso a Occidente. Desde Murmansk se podrán embarcar hasta 120 millones de toneladas de crudo anuales, principalmente hacia a EEUU, gracias a que ese puerto está libre de hielo todo el año, como dijo en San Petersburgo el presidente del gigante petrolero ruso Yukos, Mijail Jodorkovski.