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Repsol admite que el petróleo del pozo que explora en Cuba no es comercial

Repsol afirma haber encontrado indicios de la existencia de petróleo en aguas territoriales cubanas, aunque ha reconocido que la explotación del pozo que ha explorado en las costas de la isla no es comercial. Aunque la operación había provocado grandes expectativas en la isla, Repsol había cifrado en menos de un 20 por ciento las posibilidades de encontrar crudo de calidad. Entretanto, la petrolera española se ha adjudicado una exploración de gas en Argelia, conjuntamente con Gas Natural.

LD (EFE)   Repsol ha invertido 50 millones de dólares en la exploración de un pozo a 3.300 metros de profundidad en la zona conocida como Yamagua-I, uno de los seis bloques contratados por la compañía al gobierno cubano en diciembre de 2000. De momento, y según las fuentes consultadas, "hay buenos indicios de la existencia de hidrocarburos, aunque el sondeo realizado no es comercial".

La perforación, que comenzó el 7 de junio y concluyó el pasado día 22, ha permitido a Repsol confirmar la existencia "de un sistema petrolífero en la zona". Según los expertos del grupo, las muestras analizadas son de "petróleo de densidad", por lo que esperan que "en zonas más profundas pueda haber petróleo de mejor calidad". No obstante, señalaron que las muestras analizadas hasta ahora "no son concluyentes".

En los próximos meses, Repsol estudiará con detalle las muestras obtenidas de este primer sondeo en Cuba para "reinterpretar datos y concluir la estrategia de futuro". De momento, la compañía española proyecta seguir trabajando en las costas cubanas, aunque no ha decidido aún si volverá a "pinchar" en otro de los bloques contratados.

Según Cubapetróleos , la isla produce unos 80.000 barriles diarios de crudo muy pesado con alto contenido de azufre que se utiliza fundamentalmente en la generación de electricidad. Además, el país cubre gran parte de su demanda con los 53.000 barriles diarios de petróleo que recibe de Venezuela a precios preferenciales, en virtud de un acuerdo suscrito entre ambos países en 2002.

Repsol había calificado la operación en Cuba como de "alto riesgo" y había cifrado en menos de un 20 por ciento las posibilidades de encontrar crudo de calidad en la zona. La posibilidad de que Repsol encontrara petróleo de calidad en su primera perforación había provocado grandes expectativas en la isla, cuya debilitada economía depende del turismo y las remesas como principales fuentes de ingresos en divisas.

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