L D (EFE) Según un comunicado de la compañía ferroviaria remitido este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado bruto de explotación fue de 198,3 millones de euros, un 27,10 por ciento menos con respecto a los 272,1 millones de euros obtenidos durante el primer semestre de 2002. Renfe alcanzó entre enero y junio pasado una cifra neta de negocio de 659,9 millones de euros, un 1,63 por ciento superior al año anterior, con un resultado neto de explotación negativo de 50,4 millones, frente a un saldo positivo de 14,6 millones de euros en el mismo período del ejercicio anterior.
El total de ingresos por transporte de viajeros durante los seis primeros meses del año fue de 493,9 millones de euros, un 3,1 por ciento superior con respecto al año pasado, mientras que los ingresos por transporte de mercancías fueron de 165,9 millones, un 2,4 por ciento inferior al mismo período de 2002. Los gastos de personal ascendieron a 566,9 millones de euros, un 3 por ciento superiores a los del primer semestre del ejercicio anterior, y los gastos de energía fueron de 79,5 millones de euros, un 3,8 por ciento más.
Con respecto a los gastos de materiales y servicios, ascendieron a 414,8 millones de euros, un 9,3 por ciento superiores al de 2002, mientras que los referidos a intereses y a gastos financieros descendieron un 15,8 por ciento. La aportación del Estado en concepto de compensación de pérdidas ascendió a 70,5 millones de euros, lo que hizo que Renfe consiguiera un superávit en su gestión de 44,4 millones de euros, un 4 por ciento más que en el primer semestre de 2002. Los fondos propios de Renfe, constituidos por el valor de rescate de las antiguas compañías ferroviarias y por las aportaciones anuales del Estado, ascienden a 6.051,7 millones de euros, un 1,9 por ciento superiores a la misma partida del ejercicio pasado. Con respecto a la plantilla de la compañía, a 30 de junio de 2003, el número de personas empleadas fue de 31.042 frente a las 31.860 del ejercicio anterior, lo que supone un 2,57 por ciento menos.
El total de ingresos por transporte de viajeros durante los seis primeros meses del año fue de 493,9 millones de euros, un 3,1 por ciento superior con respecto al año pasado, mientras que los ingresos por transporte de mercancías fueron de 165,9 millones, un 2,4 por ciento inferior al mismo período de 2002. Los gastos de personal ascendieron a 566,9 millones de euros, un 3 por ciento superiores a los del primer semestre del ejercicio anterior, y los gastos de energía fueron de 79,5 millones de euros, un 3,8 por ciento más.
Con respecto a los gastos de materiales y servicios, ascendieron a 414,8 millones de euros, un 9,3 por ciento superiores al de 2002, mientras que los referidos a intereses y a gastos financieros descendieron un 15,8 por ciento. La aportación del Estado en concepto de compensación de pérdidas ascendió a 70,5 millones de euros, lo que hizo que Renfe consiguiera un superávit en su gestión de 44,4 millones de euros, un 4 por ciento más que en el primer semestre de 2002. Los fondos propios de Renfe, constituidos por el valor de rescate de las antiguas compañías ferroviarias y por las aportaciones anuales del Estado, ascienden a 6.051,7 millones de euros, un 1,9 por ciento superiores a la misma partida del ejercicio pasado. Con respecto a la plantilla de la compañía, a 30 de junio de 2003, el número de personas empleadas fue de 31.042 frente a las 31.860 del ejercicio anterior, lo que supone un 2,57 por ciento menos.