"Como sea", también parece haber sido la consigna empleada por el ejecutivo para hacer los ajustes fiscales necesarios que eviten un déficit fuera de control el próximo año. El espectacular incremento de gasto público está pasando factura. El Gobierno ya tuvo que pedir uncrédito de 17.000 millones de euros para pagar el paro en junio.
El ritmo de gasto se acelera con cada nueva improvisación del Ejecutivo. El último ejemplo (los 420 euros al mes para parados sin prestación) ha sido esclarecedor. Se aprobó en un tiempo récord, sin tener preparados si quiera los formularios de solicitud.
El caos generado en los dos primeros días de aplicación de la nueva ayuda, hizo rectificar al Ejecutivo que ya se muestra dispuesto a ampliar la ayuda a más parados, ya que en un principio sólo afectaba a los parados que se quedaron sin prestación antes del 1 de agosto. A mayores, la ayuda es prorrogable en periodos de seis meses en tanto en cuanto la tasa de paro no baje del 17%. A tenor de las últimas estimaciones de analistas y los propios funcionarios del INEM, la tasa de paro lejos de bajar (actualmente supera el 18%), subirá por encima del 25% en los próximos años.
Esto supondrá una inversión millonaria al Ejecutivo que tendrá que sumar a la destinada ya para el Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB) y a las obras del Plan E.
Con el consumo por los suelos, el paro por las nubes y el déficit público acelerado, el Ejecutivo ya se ha puesto manos a la obra para preparar "como sea" un cambio de cara a la política fiscal, aunque esto suponga saltarse varias promesas electorales. No hay que irse muy lejos para encontrar declaraciones de Zapatero negando que el Ejecutivo fuera a subir los impuestos, el 17 de junio en Las Mañanas de Cuatro. Este mismo jueves, Blanco confirmaba con sus "reflexiones personales" que el Gobierno prepara una intensa subida de la presión impositiva.
Y lo que era un secreto a voces se ha destapado este viernes. El diario Cinco Días publica las líneas maestras del plan del Ejecutivo para incrementar notablemente la presión fiscal. Blanco hablaba de subir los impuestos a las rentas más altas (las que declaran 60.000 euros netos anuales o más).
Pero las intenciones del Gobierno no se quedan aquí. El proyecto que tendrán que definir para septiembre (cuando se presenten los Presupuestos Generales del Estado de 2010) incluirá otros ejercicios de ingeniería fiscal como nuevos impuestos o tasas ecológicas "que se enmarcarán en la Ley de Economía Sostenible", según el rotativo económico.
Además, se tocarán varios tramos del IRPF y subirán notablemente los impuestos indirectos, entre los que también incluirán el IVA. Según la información que publica el diario de Prisa, las mayores subidas se las llevarán los impuestos que gravan el tabaco y el alcohol.
Según el portavoz de la Organización profesional de Inspectores de Hacienda, Francisco de la Torre, otra de las medidas fiscales que estudia el Gobierno es la de eliminar deducciones. Contempla reducir al máximo el cheque de los 400 euros que utilizó Zapatero como argumento electoral para ganar las últimas generales (cuando aún negaba la crisis). Según los cálculos de los técnicos de hacienda esta medida permitiría incrementar la recaudación en 4.500 millones al año.
También tiene previsto eliminar el cheque bebé de 2.500 euros por nacimiento del primer hijo. Dos medidas que chocan directamente con el programa electoral socialista. Ese que esgrimió para cerrar la central nuclear de Garoña.
Este viernes, los propios técnicos de Hacienda proponía alternativas al Gobierno para evitar tocar los tramos del IRPF. Una de ellas era la de recuperar el impuesto de propiedad para grandes fortunas (1,5 millones de euros anuales). Pues bien, según Cinco Días, es otro de los tributos que piensa recuperar el Ejecutivo Zapatero.
Fuentes del Ministerio de Economía, consultadas por el diario de Prisa, insisten en que es necesario subir los impuestos para hacer frente al gasto público. Como consecuencia, "todo el sistema impositivo está en revisión". Con ello esperan que el descuadre de los Presupuestos Generales del Estado "no sea excesivo".
Un Plan impositivo que el Gobierno tiene la intención de llevar a cabo para 2010. Ya que en 2009, al no deflactar la tarifa del IRPF, el Ejecutivo sometió a los contribuyentes a una subida de impuestos encubierta.