L D (EFE) Las autoridades británicas presentaron una propuesta en la que abogan por concentrar las ayudas de los fondos europeos en los países "menos prósperos" a partir de 2006, es decir los diez países que entrarán el próximo año, Grecia y Portugal. Rato recordó que esta es "la posición británica recurrente, desde el año 86" y consideró que el hecho de que Londres tenga una "una posición nacional sobre el presupuesto europeo, no es sólo conocido sino que es lógico".
En este sentido, resaltó que todos los países tienen una posición nacional sobre el presupuesto europeo, pero "ninguno conseguimos que se haga estrictamente lo que queremos". "Cuando llegue el momento del debate del presupuesto para el año 2006-2012, cada país pondrá encima de la mesa sus prioridades de gastos e ingresos, propias y ajenas y llegaremos a un acuerdo", agregó. Rato también dijo que España tiene una posición "clara" sobre el "cheque británico" –la rebaja de la contribución del Reino Unido al presupuesto comunitario obtenida en 1984 por el Gobierno de Margaret Thatcher–, que es "que no debe existir, pero no quiere decir que se mantenga nuestra postura".
El ministro dejó claro que España coincide "claramente con el Reino Unido en algunas cuestiones y en otras no". La propuesta británica indica que la asistencia regional en los Estados más prósperos, aquellos con un PIB per cápita mayor al 90 por ciento de la media, "debería tener una base nacional", de forma que los fondos europeos se concentren en los menos desarrollados.
En este sentido, resaltó que todos los países tienen una posición nacional sobre el presupuesto europeo, pero "ninguno conseguimos que se haga estrictamente lo que queremos". "Cuando llegue el momento del debate del presupuesto para el año 2006-2012, cada país pondrá encima de la mesa sus prioridades de gastos e ingresos, propias y ajenas y llegaremos a un acuerdo", agregó. Rato también dijo que España tiene una posición "clara" sobre el "cheque británico" –la rebaja de la contribución del Reino Unido al presupuesto comunitario obtenida en 1984 por el Gobierno de Margaret Thatcher–, que es "que no debe existir, pero no quiere decir que se mantenga nuestra postura".
El ministro dejó claro que España coincide "claramente con el Reino Unido en algunas cuestiones y en otras no". La propuesta británica indica que la asistencia regional en los Estados más prósperos, aquellos con un PIB per cápita mayor al 90 por ciento de la media, "debería tener una base nacional", de forma que los fondos europeos se concentren en los menos desarrollados.