LD (EFE) La recomendación del ex ministro de economía español es "aumentar el superávit y los controles para que no haya una expansión, como está habiendo en estos momentos, del gasto primario", que es el gasto antes del pago de la deuda. También urgió al Gobierno a "acelerar" las reformas económicas, aunque no entró en detalles. El Fondo ha instado a España a liberalizar sectores "protegidos" como el de la energía y comunicaciones, así como facilitar la contratación y el despido.
En cambio, fuentes del Ministerio dijeron que el aumento del déficit por cuenta corriente es un reflejo del dinamismo económico y no supone una pérdida de competitividad para España. El Fondo prevé que ese agujero se amplíe del 8,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en el 2006, hasta el 9,4 por ciento este año y el 9,8 por ciento en el 2008. Rato destacó que se trata del segundo mayor déficit del mundo en términos absolutos, tras el estadounidense, que tantos dolores de cabeza le está dando al Fondo, pues lo considera insostenible al ascender al 6,5 por ciento del PIB el año pasado.
El ex ministro destacó que España no puede corregir ese déficit -originado principalmente por el balance comercial- con una devaluación que abarate sus exportaciones y encarezca sus importaciones, ya que el país pertenece a la unión monetaria del euro. Por ello, las pérdidas de competitividad "se ajustan por el sector real", enfatizó. Sin embargo, el director gerente también apuntó a acontecimientos más positivos para España.
"Empieza a producirse un cierto re-equilibrio de la demanda, que creo que es saludable", dijo Rato. Así, el ciclo de subidas de las tasas de interés iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) tiene "consecuencias positivas" para España. El ajuste monetario está enfriando el sector inmobiliario, que ha experimentado subidas extraordinarias en los últimos años. No obstante, Rato destacó que el sistema financiero está "bien manejado, bien regulado" y "está preparado" para lidiar con las consecuencias de la ralentización de la vivienda.
En cambio, fuentes del Ministerio dijeron que el aumento del déficit por cuenta corriente es un reflejo del dinamismo económico y no supone una pérdida de competitividad para España. El Fondo prevé que ese agujero se amplíe del 8,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en el 2006, hasta el 9,4 por ciento este año y el 9,8 por ciento en el 2008. Rato destacó que se trata del segundo mayor déficit del mundo en términos absolutos, tras el estadounidense, que tantos dolores de cabeza le está dando al Fondo, pues lo considera insostenible al ascender al 6,5 por ciento del PIB el año pasado.
El ex ministro destacó que España no puede corregir ese déficit -originado principalmente por el balance comercial- con una devaluación que abarate sus exportaciones y encarezca sus importaciones, ya que el país pertenece a la unión monetaria del euro. Por ello, las pérdidas de competitividad "se ajustan por el sector real", enfatizó. Sin embargo, el director gerente también apuntó a acontecimientos más positivos para España.
"Empieza a producirse un cierto re-equilibrio de la demanda, que creo que es saludable", dijo Rato. Así, el ciclo de subidas de las tasas de interés iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) tiene "consecuencias positivas" para España. El ajuste monetario está enfriando el sector inmobiliario, que ha experimentado subidas extraordinarias en los últimos años. No obstante, Rato destacó que el sistema financiero está "bien manejado, bien regulado" y "está preparado" para lidiar con las consecuencias de la ralentización de la vivienda.