Mariano Rajoy no ha tenido reparos en desautorizar a su número dos. Poco después de María Dolores de Cospedal asegurara en el Senado que no veía con malos ojos que Zapatero se ausentara en la Cumbre Iberoamericana, su jefe de filas conminaba al presidente a que explicara "muy bien" las razones.
Aún más, lamentó que "por primera vez en la historia" un presidente del Ejecutivo español se ausente de este evento, que es de los "más importantes de la política exterior" española. "Para nosotros es una prioridad la relación con Iberoamérica, por historia, tradición, por cultura y porque muchas empresas españolas tienen muchos intereses allí", sentenció, según informa EFE.
Eso sí, tal vez para no pillarse los dedos, añadió que "es verdad que ahora toca que (Zapatero) esté en España", si bien insistió por activa y por pasiva que el jefe del Ejecutivo debe dar a conocer a la opinión pública los motivos de tan drástica decisión.