LD (L. Ramirez) Las prestaciones por desempleo se han convertido en el centro del debate político y económico español, debido a la sangría laboral que expulsa del mercado a 7.000 personas al día. A pesar de que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, lo descartaba ya hay más de 4 millones de parados en España.
CCOO y UGT reclamaron en su primer encuentro con la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, que se aumente el plazo máximo para el cobro de la prestación por desempleo (de dos a cuatro años) y el propio Corbacho quiere que las comunidades autónomas extiendan el subsidio para aquellos que ya no cobran prestación.
Pero de reforma laboral, nada de nada. Todos los organismos nacionales e internacionales reclaman al Gobierno que flexibilice el mercado, abarate las contrataciones, permita la creación de contratos con una menor indemnización por desempleo y deje de ligar la evolución de los salarios al IPC, ajustando los sueldos a la productividad de los trabajadores. Moncloa se opone rotundamente a este tipo de reformas, aunque se las recomiende su gurú de cabecera, el Nobel Paul Krugman.
Es decir, que el Ejecutivo quiere capear la destrucción de puestos de trabajo mediante el gasto público. Las políticas activas de empleo brillan por su ausencia y el único deseo del Gobierno es proteger a los que ya trabajan –aunque no sean productivos- y dar dinero a los parados, en lugar de buscar soluciones que permitan a las empresas aumentar sus plantillas, como la rebaja de las cotizaciones sociales.
Viendo la actitud del Gobierno, los desempleados de Barcelona ponen el listón aún más alto. La Asamblea de Parados, integrada por personas de la Ciudad Condal, se ha concentrado en Barcelona para dar visibilidad a su problema y plantear reivindicaciones como una prestación de paro indefinida de 1.200 euros al mes, bolsa de trabajo rotativa o servicios básicos para parados, según informa EFE.
La Asamblea de Parados se constituyó el pasado 1 de abril con unas 50 personas en paro, a las que se han ido sumando más gente que se encuentra desempleada, ante una situación "cada vez más dramática", según ha explicado un miembro de la asamblea, Olaguer Bohigas.
Este lunes, unas 50 personas pertenecientes a esta asamblea se ha concentrado en la Plaza Sant Jaume con la pancarta "Asamblea de parados por un empleo digno", y ha entregado en el Ayuntamiento de Barcelona y en la Generalidad un manifiesto donde explica sus problemas.
Este tipo de iniciativas demuestran el punto de vista que tienen muchas personas. En lugar de pedir al Gobierno que cree una estructura laboral que favorezca el empleo, solicitan al sector público un puesto de trabajo digno.
Para Bohigas, la asamblea tiene como objetivo que se "visualice nuestra situación", porque la administración "intenta hacer invisible el problema, ya que ahora no hace falta ni ir a fichar a la oficina de empleo".
Además, considera que la Generalidad no puede aprobar Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) a las multinacionales con beneficios y creen necesario una moratoria en las hipotecas.
La Asamblea ha realizado su primer acto reivindicativo, que piensa repetir todos los lunes en la Plaza de Sant Jaume como "algo simbólico", al que se sumarán otras acciones.