Portugal multiplica su déficit público por cuatro, pero rechaza más impuestos

En el primer semestre de 2008 el déficit del Estado portugués era de 1.901 millones de euros, un 284 por ciento menos que el registrado ahora por causa de la crisis económica y el aumento del gasto público.

Tras la publicación de estos datos, el Gobierno luso rechazó la posibilidad de subir los impuestos para corregir las cuentas públicas.

"De ninguna manera debemos pensar en aumentar los impuestos para sobrepasar esta situación ya que sería contraproducente para la recuperación de la economía", declaró el ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira dos Santos.

El ministro aseguró a los periodistas que Portugal está "en la ruta prevista a pesar del contexto de incertidumbre" y no se deben adoptar otras acciones correctoras a mitad del año.

Según la Dirección General de Presupuestos, las partidas financieras de carácter social y la reducción de la actividad económica explican el aumento del desajuste en las cuentas públicas.

El organismo contabilizó un descenso de los ingresos del Estado del 20,7% en los seis primeros meses de 2009 y un crecimiento de los gastos del 5,4%.

Mientras que los ingresos públicos ascendieron a 16.100 millones de euros en los últimos seis meses, en el mismo periodo del pasado año fueron de 20.300 millones.

En cuanto a los gastos, en los primeros seis meses de 2009 llegaron a los 23.400 millones de euros, frente a los 22.200 millones del período homólogo de 2008.

La Dirección General apunta que "el agravamiento del déficit se debió en cerca del 78% a la reducción de los ingresos y en cerca del 22% al aumento de los gastos".

A los datos negativos sobre la economía portuguesa se sumó el descenso de los precios de producción industrial en junio, que según el Instituto Nacional de Estadística registraron un descenso del 5,8% en relación al mismo mes de 2008 y de 0,6 puntos porcentuales respecto al mes anterior.

Las principales contribuciones a la variación negativa del índice de los precios de producción industrial fueron la energía y los bienes intermedios, que descendieron un 3,3% y un 2,1% respectivamente, y las industrias transformadoras que bajaron el 8,1%.