L D (EFE) Este fue uno de los asuntos tratados en la reunión que celebraron este viernes en Bilbao representantes de las ejecutivas del PSE-EE y de la UGT del País Vasco, según desveló López en una posterior rueda de prensa junto al secretario general de la central vasca, Dámaso Casado.
López recalcó que este asunto había sido solamente esbozado, teniendo en cuenta informes del anterior gobierno socialista y doctrina del Tribunal Constitucional "que puede orientar perfectamente lo que puede ser la solución". "Lo que hemos quedado es que conjuntamente podemos trabajar este asunto", puntualizó.
El dirigente socialista defendió la necesidad de que la transferencia "del paquete de políticas de empleo sea completo" y propugnó que se empiece a negociar entre ambos gobiernos "para que cada uno tenga lo que le corresponde según lo que establece el Estatuto". Casado insistió en la necesidad de que el Gobierno Vasco asuma las competencias en materia laboral, "para que no haya un derroche de dinero público para atender a los parados, montando 'chiringuitos', como Lanbide (servicio vasco de empleo), al margen de las competencias y de la capacidad". "Tiene que haber un Servicio Vasco de Empleo Único, y para ello hay que asumir las transferencias, como establece el Estatuto, que no contempla la ruptura de la Seguridad Social. No lo dice el Estatuto y la UGT está totalmente en contra", subrayó.
Por otro lado, López y Casado coincidieron en denunciar la carencia de diálogo social en el País asco y en poner como referente los acuerdos suscritos este jueves en Madrid por el Gobierno socialista con sindicatos y patronal. Casado aseguró que el Gobierno Vasco "no tiene valor" para convocar a los agentes sociales, a pesar de que las instituciones de participación de los agentes sociales, Hobetuz, Osalan, CES o CRL, "no funcionan por el derecho de bloqueo que existe". Por eso, "una vez más", reclamó al lehendakari que "afronte personalmente el reto y convoque a los agentes para tratar los problemas reales que tiene Euskadi, que son graves; es su responsabilidad".
En esta misma línea, el secretario general del PSE-EE denunció el "desinterés absoluto del Gobierno Vasco por poner en marcha el diálogo social" y le acusó de haber abandonado "la construcción social de este país". López consideró que el lehendakari tiende a situarse "por encima del bien y del mal sin implicarse en los problemas de esta sociedad. El es el lehendakari y si tiene voluntad de que el diálogo social se produzca no tiene más que levantar el teléfono y convocar a los sindicatos y a los empresarios. Pero lleva cuatro años sin querer responsabilizarse de absolutamente nada".
Sobre la posibilidad de que no se convoquen estos encuentros por la previsible ausencia del sindicato mayoritario, ELA, López insistió en que a la reunión irían "quienes tienen voluntad de entendimiento. Los sindicatos responsables estarán, quienes juegan a otra cosa, seguramente no". En la reunión se trató también la situación problemática que atraviesan empresas de la comarca vizcaína de Margen Izquierda como La Naval y Babcock y se hizo una defensa de la industria como motor de futuro de la economía vizcaína. Ambas organizaciones coincidieron también en su propósito de reducir la precariedad y la siniestralidad laboral.
López recalcó que este asunto había sido solamente esbozado, teniendo en cuenta informes del anterior gobierno socialista y doctrina del Tribunal Constitucional "que puede orientar perfectamente lo que puede ser la solución". "Lo que hemos quedado es que conjuntamente podemos trabajar este asunto", puntualizó.
El dirigente socialista defendió la necesidad de que la transferencia "del paquete de políticas de empleo sea completo" y propugnó que se empiece a negociar entre ambos gobiernos "para que cada uno tenga lo que le corresponde según lo que establece el Estatuto". Casado insistió en la necesidad de que el Gobierno Vasco asuma las competencias en materia laboral, "para que no haya un derroche de dinero público para atender a los parados, montando 'chiringuitos', como Lanbide (servicio vasco de empleo), al margen de las competencias y de la capacidad". "Tiene que haber un Servicio Vasco de Empleo Único, y para ello hay que asumir las transferencias, como establece el Estatuto, que no contempla la ruptura de la Seguridad Social. No lo dice el Estatuto y la UGT está totalmente en contra", subrayó.
Por otro lado, López y Casado coincidieron en denunciar la carencia de diálogo social en el País asco y en poner como referente los acuerdos suscritos este jueves en Madrid por el Gobierno socialista con sindicatos y patronal. Casado aseguró que el Gobierno Vasco "no tiene valor" para convocar a los agentes sociales, a pesar de que las instituciones de participación de los agentes sociales, Hobetuz, Osalan, CES o CRL, "no funcionan por el derecho de bloqueo que existe". Por eso, "una vez más", reclamó al lehendakari que "afronte personalmente el reto y convoque a los agentes para tratar los problemas reales que tiene Euskadi, que son graves; es su responsabilidad".
En esta misma línea, el secretario general del PSE-EE denunció el "desinterés absoluto del Gobierno Vasco por poner en marcha el diálogo social" y le acusó de haber abandonado "la construcción social de este país". López consideró que el lehendakari tiende a situarse "por encima del bien y del mal sin implicarse en los problemas de esta sociedad. El es el lehendakari y si tiene voluntad de que el diálogo social se produzca no tiene más que levantar el teléfono y convocar a los sindicatos y a los empresarios. Pero lleva cuatro años sin querer responsabilizarse de absolutamente nada".
Sobre la posibilidad de que no se convoquen estos encuentros por la previsible ausencia del sindicato mayoritario, ELA, López insistió en que a la reunión irían "quienes tienen voluntad de entendimiento. Los sindicatos responsables estarán, quienes juegan a otra cosa, seguramente no". En la reunión se trató también la situación problemática que atraviesan empresas de la comarca vizcaína de Margen Izquierda como La Naval y Babcock y se hizo una defensa de la industria como motor de futuro de la economía vizcaína. Ambas organizaciones coincidieron también en su propósito de reducir la precariedad y la siniestralidad laboral.