(Libertad Digital) Mientras este lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, actuaba de anfitrión en el Palacio de Santa Cruz –sede del Ministerio del que es titular– en el acto de entrega del título honorífico de Embajadores Honorarios de la Marca España –del "made in Spain" sinónimo de "prestigio y excelencia", según Miguel Angel Moratinos–, una iniciativa del
Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), en otros foros se le crititicaba abiertamente por su falta de atención y sensibilidad con uno de los sectores exteriores más importantes en España, el vitivinícola, también representado en FMRE.
Las críticas venían por una entrevista publicada este domingo en la contraportada del diario El País, donde Moratinos se refiere a los vinos diciendo que "en el Burdeos es en el que soy más entendido". Puestos en contacto con algunas Denominaciones de Origen, sus responsables han expresado a Libertad Digital la unanimidad sobre lo "inadecuado" de las palabras de Moratinos y se adhieren a las explicaciones de la Federación Española del Vino. No hay que olvidar que en estos momentos se encuentran algunos frentes negociadores importantes abiertos, como la nueva Ley del Vino, hecho por el cuál se quiere mantener cierta discreción.
Sin embargo, la FEV –que aglutina a las 950 bodegas más importantes de nuestro país– ha explicado a Libertad Digital que “admitir el desconocimiento de los vinos españoles puede ser bastante lamentable para un embajador de España, pero tratándose del Ministro de Asuntos Exteriores, admitir que el que más se conoce es un vino francés –aunque sea europeo–, supone un verdadero revés al sector vitivinícola español”. Más aún, el secretario general de la FEV, Pau Roca, dice que “si el ministro francés del ramo hubiera dicho que prefiere un buen Chianti italiano a un vino de Burdeos, hubiera durado dos horas en el cargo”.
Desde la FEV recuerdan al ministro que España es el país del mundo con mayor superficie en viñedo y además es el país que contiene mayor riqueza y variedad de denominaciones por el gran mosaico de climas y suelos. Por este motivo, y más aún tratándose del vino tinto, la joya de la corona del sector español, la respuesta ha sido contundente. Se trata de que el vino tinto, con denominaciones tan longevas y conocidas como Rioja, y más nuevas y cualificadas como Priorato o Toro o nuevas superficies de “autor”, es un magnífico embajador de la imagen española en el exterior. En el caso del Rioja, se trata de una nombre-marca allá por donde uno viaje.
España, en millones de botellas
Pongamos dos ejemplos de esto con las cifras que hemos conocido este lunes. Las bodegas de la Denominación de Origen Navarra (España o Made in Spain) han comercializado de enero a noviembre 45,5 millones de litros de vino, lo que supone un 7,18 por ciento más que el año anterior. En el marco de la exportación y en comparación con el mismo período de 2003, en lo que va de año las ventas de vino embotellado crecieron un 14,2 por ciento y se comercializaron un total de 13,4 millones de litros de vino. En concreto, las exportaciones a Alemania y Reino Unido, mercados de gran importancia para los vinos Navarra, han crecido un 9,45 y un 6,92 por ciento respectivamente.
Lo explica bien el secretario general de la Federación Española del Vino, Pau Roca, en declaraciones a Libertad Digital desde Bruselas: " El vino es uno de los productos agroalimentarios con más clara identificación de donde se produce, es un símbolo que llega a las mesas...y las embajadas y el ministro deberían ser portadores de la imagen del país". Roca recuerda que ha costado mucho que muchas embajads celebren los actos oficiales con vinos españoles y recuerda todavía como en algunas ocasiones se recurría al champán francés. El secretario general de la FEV entiende que “los selectos vinos españoles son magníficos representantes de la imagen de España en el exterior, los vinos de España deben estar en todas las mesas de nuestras embajadas. Los vinos, cuando son de calidad, son un orgullo del país que los produce, y sus botellas ostentan de forma patente el territorio de producción”.
En el caso del Rioja, las ventas de enero a noviembre de 2004 aumentaron un 5,6 por ciento respecto al mismo período de 2003, y pasaron de 213,6 a 225,5 millones de litros, según la información del
Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja, único y singular en España por el hecho de ser
calificada. Del total de ventas, 162,6 millones de litros se destinaron al mercado interior, con un incremento del 6,32 por ciento sobre los 152,9 millones del mismo período del año anterior. Las exportaciones ascendieron a 62,9 millones de litros, un 3,78 por ciento más que los 60,6 millones de litros absorbidos por el mercado exterior en el mismo plazo de 2003.
¿Qué significado tiene esta cifra o que impacto de la marca tiene en el exterior? Pongamos otros números para aclararlo. De enero a noviembre más de 82,5 millones de botellas sólo de la Denominación Rioja, presente en primer plano en la etiqueta, así como Made in Spain o España, han sido comercializadas a lo largo del ancho mundo. Y eso sólo en once meses. Si multiplicáramos esto por varios años, y además incluyéramos todas las denominaciones veríamos que la importancia, no sólo para los bodegueros, sino para la marca española, es relevante. De ahí el extremado cuidado que la máxima autoridad en el ámbito de las relaciones Exteriores de España debería tener, por más que sea un buen conocedor de otros vinos como Burdeos, o incluso los israelíes de los Altos del Golán.
Preocupación e invitación para Moratinos
Con estas referencias, Pau Roca muestra su preocupación y explica que “espera que la referencia a los vinos de Burdeos del Sr. Moratinos no sea interpretada como una relajación en las normas de servicio y aprovisionamiento de las embajadas españolas en todo el mundo, en las que hasta ahora se ha seguido la política de contribuir a la difusión de nuestros vinos”. Pero más aún, mandó un mensaje-invitación expreso al ministro español: “debería intentar superar su falta de conocimiento de los vinos españoles. Las bodegas miembros de la Federación Española del Vino mantienen sus puertas abiertas, y su Secretario General se ofrece para organizarle las visitas a diversas zonas y las degustaciones necesarias con esta finalidad”.
El empeño nacionalista
Las polémicas declaraciones de Moratinos llegan en un momento álgido de la confrontación nacionalista que ha tenido su particular impacto en el sector por diversos motivos, entre ellos dos boicots que se pidieron durante el mes de diciembre desde la Generalidad de Cataluña y desde el partido independentista ERC contra el vino de Rioja (campaña de publicidad institucional para promocionar los vinos catalanes combatiendo la "riojitis") y contra Madrid 2012. La reacción ciudadana en estas dos comunidades no se hizo esperar y el contra boicot ha causado un cierto impacto en los pedidos -aunque todavía se desconoce el impacto final en la cuenta de resultados- de conocidas empresas vitivinícolas catalanas.
En el caso del País Vasco el hecho es parecido. Desde el Gobierno vasco se quiere capitalizar la pequeña extensión de terreno de la Rioja alavesa que pertenece a la Denominación DOC-Rioja y se ponen bastantes impedimentos al funcionamiento de algunas instituciones del vino en La Rioja. No hay que decir la importancia simbólica de una marca tan reconocida mundialmente como es el Rioja. Sin embargo, las bodegas, conscientes del impacto que supondría el quitar la palabra Rioja, han optado por mantenerla y excluir Álava de algunas etiquetas, aludiendo por ejemplo a Elciego-España y manteniendo la marca Rioja. A esto se suma el plan Ibarretxe, hechos que han provocado mensajes llamando al boicot contra algunos grupos empresariales vascos.
Este tipo de circunstancias junto con la necesidad de potenciar la marca España llevó a un grupo de empresarios, entre ellos algunos del sector vitivinícola, a crear el Foro de Marcas Renombradas Españolas, para intentar potenciar la marca que tanto sufre con los embates nacionalistas.