LD (EFE) "No podemos aceptar que la imagen de una compañía española se vea afectada por este tipo de actitudes", afirmó Moratinos durante una conferencia de prensa en Salzburgo (Austria), donde asiste a la reunión informal de ministros de Exteriores de la Unión Europea.
El ministro mostró su esperanza en que las relaciones bilaterales "no se vean afectadas" y confió en el diálogo bilateral que se mantiene con las autoridades bolivianas para resolver la cuestión.
La Fiscalía boliviana irrumpió el jueves en las oficinas de la filial de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF en Bolivia para aprehender a sus dos principales ejecutivos, el español Julio Gavito y el argentino Pedro Sánchez, y llevarlos a declarar por una denuncia de contrabando de petróleo.
Sin embargo, la Fiscalía no pudo efectuar la detención al no encontrase los directivos en el edificio; Moratinos aseguró hoy que no se encuentran en la embajada española en Bolivia y que ignora su paradero.
El ministro confía en que el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Bernardino León, pueda hablar con el presidente boliviano, Evo Morales, durante los actos por la toma de posesión de la nueva presidenta de Chile, Michelle Bachelet, "para hacerle llegar nuestra inquietud" y que el asunto "se pueda resolver satisfactoriamente".
Moratinos aseguró que "respetamos, pero no compartimos" esta decisión de las autoridades judiciales bolivianas, y añadió que este caso "tampoco hace un favor al nuevo Gobierno" del país andino, porque el mensaje internacional que se envía sobre cómo promover la inversión exterior "no es el mejor con este tipo de actuaciones". "Vamos a seguir insistiendo y esperando en que haya una solución satisfactoria", indicó.
El ministro mostró su esperanza en que las relaciones bilaterales "no se vean afectadas" y confió en el diálogo bilateral que se mantiene con las autoridades bolivianas para resolver la cuestión.
La Fiscalía boliviana irrumpió el jueves en las oficinas de la filial de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF en Bolivia para aprehender a sus dos principales ejecutivos, el español Julio Gavito y el argentino Pedro Sánchez, y llevarlos a declarar por una denuncia de contrabando de petróleo.
Sin embargo, la Fiscalía no pudo efectuar la detención al no encontrase los directivos en el edificio; Moratinos aseguró hoy que no se encuentran en la embajada española en Bolivia y que ignora su paradero.
El ministro confía en que el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Bernardino León, pueda hablar con el presidente boliviano, Evo Morales, durante los actos por la toma de posesión de la nueva presidenta de Chile, Michelle Bachelet, "para hacerle llegar nuestra inquietud" y que el asunto "se pueda resolver satisfactoriamente".
Moratinos aseguró que "respetamos, pero no compartimos" esta decisión de las autoridades judiciales bolivianas, y añadió que este caso "tampoco hace un favor al nuevo Gobierno" del país andino, porque el mensaje internacional que se envía sobre cómo promover la inversión exterior "no es el mejor con este tipo de actuaciones". "Vamos a seguir insistiendo y esperando en que haya una solución satisfactoria", indicó.