Asimismo, la calificadora de riesgos ha rebajado también en cinco escalones la nota de solvencia de la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA), hasta 'Baa1', el 'banco malo' creado por el Estado cuya deuda está garantizada por el Gobierno.
La agencia justificó su decisión en que la solvencia de Irlanda se ha visto afectada por la "repetida cristalización" de los problemas de los bancos del país en las cuentas del Gobierno. Asimismo, la agencia ha tenido en cuenta la creciente incertidumbre respecto a las perspectivas de la economía irlandesa como resultado de la severa y persistente crisis inmobiliaria y financiera, así como de la contracción del crédito al sector privado, explica Dietmar Hornung, analista de Moody's.
A este respecto, Hornung señala que esta incertidumbre se ha visto "amplificada" por las exigencias del plan de austeridad, que afectará a la demanda doméstica. "El anunciado recorte del gasto de 15.000 millones en los cuatro próximos años para reducir el déficit al 3% del PIB supone un considerable lastre añadido sobre las perspectivas de recuperación del país", añade.
Por otro lado, Moody's destaca que estos factores han provocado el deterioro significativo de la fortaleza financiera del Gobierno irlandés. De hecho, la agencia pronostica que el ratio de deuda irlandés alcanzará el 120% en 2013, frente al 66% de 2009, e incluso llegará al 140% si se tiene en cuenta la deuda de NAMA, garantizada por el Estado. No obstante, la calificadora de riesgos destaca la capacidad de ajuste de la economía irlandesa y subraya que "tras un prolongado periodo de ajuste" el potencial de crecimiento de Irlanda sigue siendo superior al de otros países avanzados.
Esta misma semana, Moody's ha amenazado con rebajar el rating de España y Grecia. En el primer caso, la agencia ha advertido de la vulnerabilidad del país ante sus necesidades de financiación, mientras que para el caso griego ha argumentado dudas sobre su elevada deuda y el apoyo internacional.
El diferencial de la deuda irlandesa a diez años respecto a los bonos alemanes con el mismo vencimiento, registraba un notable aumento y llegaba a los 551 puntos básicos. Por su parte, la prima de riesgo de otros países de la periferia del euro como España se mantenía en 252 puntos básicos, mientras que la de los bonos portugueses alcanzaba 369 puntos y la de la deuda griega llegaba a 896 puntos.