LD (L. Ramírez / M Llamas) Estas entidades captan depósitos y financian la compra de viviendas. El término "building society" se creó en el siglo XIX en Reino Unido para agrupar a las cooperativas de crédito. En la actualidad, compiten con los bancos en la mayoría de los servicios financieros de banca minorista, especialmente en préstamos hipotecarios y cuentas de depósito. El número de estas entidades se acerca a las 60, según datos de principios de 2008.
Reino Unido está sufriendo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria del mismo modo que Irlanda, España y EEUU. Como consecuencia, aumenta el deterioro financiero de las entidades británicas.
Precisamente, en España la mayoría de los grupos inmobiliarios han refinanciado sus préstamos, retrasando el plazo de pago hasta que vengan tiempos mejores. Esto permite a los bancos que concedieron los préstamos a estas empresas no incluir en su lista de morosos a estas sociedades, ofreciendo una imagen en sus cuentas bancarias que está lejos de la realidad.
Aunque así expuesto parezca una buena opción, el retrasar el pago de los préstamos, en realidad, es una trampa mortal, como lo demuestra el caso japonés. La crisis nipona, que ya dura casi dos décadas, empeoró por la decisión de los poderes públicos de inyectar dinero en la economía de forma soterrada para que no se descubrieran las vergüenzas del sector inmobiliario y del financiero. Gracias a ello, ha mantenido como zombies bancos e inmobiliarias que estaban en quiebra.
El desplome inmobiliario que sufre Gran Bretaña ha provocado que la agencia de calificación de riesgo crediticio Moody´s haya hundido la valoración de un grupo de sociedades financieras británicas. Son las building societies -equivalentes, aunque con notables diferencias, a las cajas de ahorro españolas-. La agencia anticipa un escenario de desplome de precios inmobiliarios y, por ello, duda de la capacidad de estas entidades, centradas en la concesión de hipotecas, para devolver sus deudas, informa Banking Times.
A la empresa Nationwide le ha rebajado la calidad de sus finanzas desde la calificación “B” a “C-“., mientras que el castigo a Chelsea Building Society ha sido mucho más duro: reduce su calificación desde “C” a “E+”. Por su parte, West Bromwich Building Society recibe una nota de “E+”, frente al “C-“ que tenía anteriormente. Tales notas -rating- rebajan la calidad crediticia de un grupo relevante de este tipo de entidades financieras británicas a bonos basura.
La razón que da Moody´s es clara: la crisis financiera global va a generar más pérdidas crediticias que las estimadas en un principio por la agencia. Añade que dichas entidades sufrirán más la presión que otros sectores, ya que su negocio depende de la reactivación del crédito, tanto para ellas mismas como para los hipotecados.
La reacción no se ha hecho esperar. Chelsea Building Society ha atacado a Moody´s poniendo en duda su capacidad para desarrollar informes, así como sus credenciales. La entidad acusa a la agencia de no haber visto que venía una crisis, un argumento similar al que en España lanzó el Gobierno contra S&P (otra agencia de calificación), cuando ésta redujo la calidad de la deuda soberana del país.
Chelsea Building Society explicó que tiene más de 4.500 millones de libras en activos líquidos, sobre una cifra de negocio total de 14.000 millones, y recordó que ha pasado todos los exámenes de la autoridad (Financial Services Authority), en referencia al test de activos realizado en Reino Unido..
Otras sociedades a las que Moody´s castigó en su informe son Coventry Building Society, Newcastle Building Society , Norwich & Peterborough, Principality, Skipton, Yorkshire and Britannia. Además, Leeds Building Society and Nottingham Building Society están bajo perspectiva negativa” por los técnicos de la agencia de calificación.