Bruselas acogerá, entre el jueves y el viernes, una nueva Cumbre de los líderes de la UE. Pero no será un encuentro más. En esta ocasión, los Veintisiete (especialmente los estados de la zona euro) tienen un objetivo: modificar el Tratado de la UE y crear un Fondo de Rescate Permanente que sustituya al actual. La clave de la cuestión es qué requisitos se establecerán para acceder a ese fondo. El campo de batalla ya está definido: a un lado, los exigentes, con Alemania a la cabeza; al otro, los que piden flexibilidad, con España como miembro más visible (y cada vez más sólo). El resultado se sabrá a lo largo del fin de semana y, presumiblemente, nadie conseguirá el 100% de lo que pretende. Eso sí, todo indica que las tesis germanas saldrán más favorecidas.
Hasta 2013, estará vigente el Fondo aprobado el pasado mayo –conocido como Facilidad Europea de Estabilidad Financiera- y que cuenta con 750.000 millones (250.000 del FMI, 60.000 de la Comisión y el resto de los países de la UE). El nuevo instrumento será un fondo permanente de esa misma cantidad que incluirá obligaciones más duras para los países en problemas.
En teoría, cuando se creó el euro, los países se comprometieron a mantener el déficit por debajo del 3% y la deuda en un máximo del 60% del PIB. Sin embargo, es evidente que esto no se ha cumplido y los casos de Grecia e Irlanda demuestran lo difícil que es mantener una unión monetaria si no hay una política fiscal común. Tras esta reflexión está la intención de Francia y Alemania de crear un súper-estado europeo para todos los países con la misma moneda.
El primer paso sería imponer unas reglas claras tanto para la formación del fondo (decidir cuánto pone cada uno y cómo lo hace), como para el rescate (establecer qué países pueden ser rescatados con el fondo y qué sanciones se les imponen). En este sentido, Alemania quiere que los acreedores de los países rescatados asuman parte del coste, lo que supondría la sanción más dura posible y obligaría a los estados a mantener sus cuentas bajo control, so pena de ser duramente castigados por los inversores. El Gobierno español es al que menos le gusta esta perspectiva, pero parece asumido que el nuevo Fondo incluirá "quitas soberanas". Algo que puede ser especialmente importante para España, ya que casi todos los expertos auguran que antes o después tendrá que ser rescatado de una forma u otra (no habrá una quiebra oficial, pero se da por descontado que tendrá que pedir ayuda exterior).
Antes del comienzo de la Cumbre Zapatero ha mantenido un pequeño encuentro con Nicolás Sarkozy y Angela Merkel, aunque no parece que el acuerdo final vaya a ser muy favorable a los intereses españoles.
Lo que quiere Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero defenderá que se flexibilice el fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado en mayo para evitar nuevas crisis de deuda en la eurozona. El Gobierno español apoya dotar a este fondo de más recursos con el fin de que pueda comprar deuda soberana y conceder líneas de crédito "a corto plazo" a países con problemas, han informado fuentes de Moncloa, según Europa Press.
La idea que respalda España es que el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que hasta el momento sólo se ha empleado en el rescate de Irlanda, pueda utilizarse "de manera preventiva" para hacer frente a determinados problemas de comportamiento en los mercados financieros por falta de liquidez o ante una ausencia excesiva de confianza en una economía de los países de la moneda única.
Lo que se aprobará
Sin embargo, lo que salió de la última reunión del Eurogrupo tiene como principal novedad del nuevo fondo permanente la participación, "caso por caso" y "como último recurso" del sector privado cuando haya que asistir financieramente a algún país.
El Ejecutivo comunitario defiende también que esta participación siga los criterios de actuación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que no afecte a las actuales emisiones de deuda. Además, los líderes intentarán lanzar un mensaje "político de cohesión y unidad" en torno a las instituciones europeas y a las políticas nacionales que se están llevando a cabo, según las fuentes.
Las declaraciones de Merkel
De hecho, antes de inciarse la Cumbre, Angela Merkel se ha dirigido a los periodistas y se ha mostrado confiada en que el fondo permanente para después de 2013 que los 27 prevén ratificar ayudará a estabilizar el euro y frenar la crisis de deuda que afecta a los países de la moneda única.
"Este mecanismo anticrisis es una gran prueba de solidaridad que va en la dirección de un euro estable y en una Europa estable", ha dicho Merkel a su llegada al encuentro de líderes europeos del Partido Popular Europeo (PPE) que tradicionalmente precede a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que tiene lugar en Bruselas.
Los 27 también cerrarán en esta cita el acuerdo político necesario para dar cobertura al mecanismo permanente de estabilidad a través de una modificación del Tratado de Lisboa. Sobre este punto Merkel ha dicho que espera que este cambio sea "muy limitado". "Cada país tiene que demostrar solidaridad y debe asumir sus responsabilidades", ha añadido la canciller alemana.