Comienza la semana y, con ella, los problemas del Gobierno español. Tras un comienzo de Presidencia Europea que se ha caracterizado por las meteduras de pata de José Luis Rodríguez Zapatero, al asegurar que con su gestión hará que la economía europea remonte el vuelo mediante una estrategia de "incentivos y sanciones", ahora le toca el turno a la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Todo comenzó cuando este lunes el portavoz de Competencia del Ejecutivo de la UE, Jonathan Todd, declaró en rueda de prensa que el Gobierno español "no ha notificado" todavía el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), del que depende el proceso de fusiones de la cajas de ahorro en España.
"No se nos puede reprochar no haber autorizado un esquema cuyos detalles no nos han sido notificados todavía", aseguró Todd, según informa la agencia EFE. Tras esta afirmación, el portavoz comunitario indicó que Bruselas mantiene "discusiones constructivas con las autoridades españolas" a este respecto y confía disponer de una "notificación lo antes posible" sobre el citado FROB.
Una vez recibido el documento, la CE tomará "una decisión rápidamente" y determinará si puede ser aplicado sin violar las leyes de Competencia. Hay que recordar que no es la primera vez que Bruselas expresa su malestar por la forma de actuar del Gobierno español respecto al rescate bancario. De hecho, el pasado octubre paralizó el proyecto aprobado en España (FROB) para ayudar a las entidades financieras de forma indiscriminada, especialmente a las cajas de ahorros.
Se paralizan las fusiones
Precisamente, el retraso en la aprobación del fondo ya ha provocado la paralización de algunos procesos de reestructuración en España, como el caso de la fusión de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona. Las tres entidades desconvocaron las asambleas generales extraordinarias previstas para el 21 de enero, en las que tenían que aprobar definitivamente la operación, y las aplazaron hasta que Bruselas de su visto bueno al FROB.
Al final todo es una cuestión de dinero. Estas tres cajas han pedido al FROB 1.315 millones de euros mediante la suscripción de participaciones preferentes de la nueva entidad, cifra que, junto con sus intereses, debería ser devuelta por la nueva entidad en un plazo de cinco años.
Salgado desmiente a Bruselas
La sorpresa se produjo horas después, cuando la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, dijo que el Ejecutivo ha enviado toda la información a la Comisión Europea FROB para que las autoridades de Competencia puedan decidir si autorizan su esquema de actuación.
"Hemos enviado toda la información que se nos ha pedido", dijo la ministra de Economía a su llegada a Bruselas para asistir a la reunión del Eurogrupo y presidir el próximo martes el foro del Ecofin, en el que reúnen todos los ministros de Finanzas de la UE.
"Existe una comunicación (a la Comisión Europea) por parte del Gobierno español y también del Banco de España", aseguró la ministra, preguntada por las declaraciones en sentido contrario realizadas por el portavoz comunitario de Competencia. "No conozco esas declaraciones de la Comisión Europea. Lo que sí conozco es que está próxima su aprobación", insistió Salgado.
Además, la ministra aseguró que no existen grandes diferencias entre el Ejecutivo español y Bruselas, y especificó que "las dificultades son de explicación e interpretación". Salgado también especificó que la comisaria responsable de la Competencia, Neelie Kroes, le ha trasmitido su intención de aprobar el marco español antes de dejar su cargo.
El Gobierno deja a Salgado en evidencia
La muestra de que Salgado faltaba a la verdad con estas consideraciones se puso de manifiesto cuando, ya por la tarde de este lunes, el Gobierno avanzó que acababa de comunicar a Bruselas "formalmente" el marco general bajo el que actuará el FROB y que espera obtener "próximamente" la aprobación formal del mismo.
Según admitió el Ministerio de Economía y Hacienda, el Ejecutivo completa de esta forma la respuesta a las peticiones de la Comisión Europea.
"Este esquema servirá para garantizar que las operaciones que tengan lugar en el sistema financiero español, y en las que intervenga el FROB, cumplen con la normativa europea en materia de competencia, de forma que el proceso de autorización comunitaria será mucho más ágil y simple", subrayó el Departamento.
El FROB no se ha puesto en marcha
El visto bueno de Bruselas -si se produce- servirá para garantizar que las operaciones dentro del sistema financiero español en las que intervenga el FROB cumplirán con la normativa europea en materia de competencia.
Las mismas fuentes ministeriales recordaron que el FROB no ha participado aún en ninguna de las operaciones de concentración del sector, por lo que Bruselas no tiene que estudiar ningún caso en concreto. De ahí que Economía considere que el proceso de autorización comunitaria será "mucho más fácil y simple".
Sin embargo, hasta ahora Bruselas insiste en que si el esquema general de actuación del FROB deja demasiado margen de maniobra a las autoridades españolas a la hora de decidir las condiciones de las ayudas públicas en cada caso, entonces la Comisión deberá examinar cada operación de reestructuración con objeto de asegurarse de que son compatibles con las reglas de competencia europeas.
Fuentes del sector sostienen que Bruselas sólo vería con buenos ojos la participación del FROB en entidades "sistémicas", es decir, en el caso de aquéllas que por su tamaño ponen en riesgo al resto del sector, mientras que en España se estaría pensando en un uso más generalizado del fondo.
El argumento que podría esgrimir España, según las mismas fuentes, sería que no se puede dejar "caer" a ninguna caja de ahorros, por pequeña que sea, porque ello pondría en riesgo al resto del sistema.
La comisaria saliente de Competencia, Neelie Kroes, aseguró recientemente que confía en dejar solucionada la aprobación del FROB antes de traspasar sus poderes a Joaquín Almunia a finales de este mes.