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Mankiw y Krugman quieren crear inflación eliminando dólares por sorteo

Lo nunca visto. Gregory Mankiw, asesor económico de Bush y prestigioso profesor de Harvard, y el premio Nobel Paul Krugman abogan por eliminar dólares mediante sorteo y así incentivar el consumo y el crédito para salir de la recesión. La respuesta a la crisis es crear una inflación elavada.

Lo nunca visto. Gregory Mankiw, asesor económico de Bush y prestigioso profesor de Harvard, y el premio Nobel Paul Krugman abogan por eliminar dólares mediante sorteo y así incentivar el consumo y el crédito para salir de la recesión. La respuesta a la crisis es crear una inflación elavada.

LD (M. Llamas) La solución a la crisis pasa por generar inflación y, de este modo, incentivar de nuevo el consumo. La medida parte de Gregory Mankiw, un conocido profesor de Económicas de la Universidad de Harvard y asesor del ex presidente de EEUU, George W. Bush.

¿Cuál es la mejor forma de escapar de una recesión? La mayoría de analistas, según explica Mankiw en un reciente artículo publicado en The New York Times, coincide en la necesidad de bajar al máximo los tipos de interés para reactivar el crédito y restablecer la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, el margen de la reserva Federal de EEUU (FED) se agota tras situar los tipos de intervención casi en el 0%.

Ante tal fracaso, ¿qué hacer? La FED podría incluso aplicar tipos de interés negativos, situándolos por ejemplo en el -3%. Es decir, presta 100 dólares y el año siguiente recibe 97. Es evidente que una medida de estas características incentivaría la solicitud de préstamos, pero ningún banco en su sano juicio estaría dispuesto a conceder créditos a pérdidas. Por lo tanto, Mankiw, en un arrojo de originalidad monetaria, concluye que la clave está en incentivar de algún modo el gasto privado de los ciudadanos. Es decir, que los estadounidenses se desprendan de sus dólares.

El profesor cita la propuesta de uno de sus alumnos. Imagine que la Reserva Federal anuncia que en el plazo de un año a partir de hoy retirará de la circulación todos los billetes cuyo número de serie termine en una determinada cifra escogida al azar entre 0 y 9. Es decir, en un año el 10% de los billetes dejarían de ser de curso legal.

En este caso, el tipo de cambio sería negativo. “La gente estaría encantada de prestar dinero a un -3%, ya que perder un 3% es mejor que perder un 10%”, señala Mankiw. Además, muchos se desprenderían a toda velocidad de sus dólares ante el temor de perder parte de su dinero. De este modo se fomentaría el consumo y se reactivaría la economía.

“La idea de que el dinero tenga un rendimiento negativo no es algo nuevo”, advierte. A fines del siglo XIX, el economista alemán Silvio Gesell abogó por aplicar un impuesto sobre el dinero, para frenar la acumulación de billetes en tiempos de crisis financieras. Una medida que fue apoyada, incluso, por John Maynard Keynes. Los bancos dejarían de atesorar reservas y la máquina del crédito volvería a funcionar.

“Si todo esto parece demasiado descabellado”, Mankiw recuerda que con una elevada inflación el efecto es similar. “Supongamos que en el futuro la Reserva Federal se compromete a generar importantes tasas de inflación. En este caso, mientras que los tipos de interés nominales podrían mantenerse en cero, los tipos de interés reales -los tipos de interés medido en poder adquisitivo- se convertirían en negativos”, explica. La depreciación del dólar animaría a los ciudadanos a gastar y a solicitar préstamos, ya que la deuda real disminuiría con el paso del tiempo (pides 100, pero devuelves 50).

Objetivo: que los ciudadanos se desprendan de sus dólares


Mankiw se lamenta de que los estatutos de la FED obliguen por ley al organismo monetario a mantener la estabilidad de precios. “Pero hay cosas peores que la inflación”, añade el ex asesor de Bush, en referencia al creciente desempleo y el aumento de la deuda pública que tendrán que pagar las generaciones futuras.

Mankiw no lo duda: Bernanke, actual presidente de la Reserva Federal, es “la persona perfecta” para este cometido -generar elevada inflación-. “Bernanke ha sido durante mucho tiempo un defensor de la inflación”, afirma. Curiosamente, otros altos cargos de la FED abogan igualmente por la necesidad de crear inflación para combatir la crisis, tal y como avanzó LD.

No es el único. El premio Nobel, Paul Krugman, se pregunta en su blog: “¿Es la inflación la respuesta?” Todo indica que sí, según Krugman, ya que el riesgo a evitar es que EEUU termine como Japón. Sin embargo, la clave es por qué, al menos por el momento, todas las medidas monetarias no han surtido efecto. Según advierte, la mayoría de banqueros centrales son poco inflacionistas. “El compromiso de la inflación tiene que ser creíble”, y de momento esto no sucede todavía, concluye Krugman. Tales propuestas no son cuestión baladí. Mankiw ejerció como asesor económico de Bush, mientras que Krugman es el asesor de cabecera del actual presidente de EEUU, Barack Obama.

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