Bajo este programa, las empresas que pagan por la educación privada de niños de familias con pocos recursos reciben una deducción de un dólar del impuesto sobre beneficios por cada dólar pagado. El ahorro para el Estado es de 1,49$ por cada dólar deducido.
Los padres que se benefician de este programa pueden escoger la escuela privada que consideran que ofrece el mejor currículum y metodología de enseñanza. Las escuelas privadas que participan en el programa no están sujetas a las mismas regulaciones restrictivas que las escuelas públicas, lo que les permite experimentar y desmarcar su oferta de la de esos centros.
La diferencia con respecto a otros programas que favorecen la libertad de elección Estados Unidos, como los de cheque escolar, es que las becas para estudiantes con pocos recursos no provienen de subsidios públicos sino de deducciones fiscales. El Estado, por tanto, está menos involucrado y las escuelas privadas no ven socavada su independencia.
En Florida, los estudiantes de las escuelas públicas financiadas con dinero público tienen que someterse a un test estatal para acreditar sus conocimientos (el Florida Comprehensive Assessment Test). Los estudiantes de las escuelas privadas, incluidos los becados a través del programa, no tienen que superar este test.
Los representantes de las escuelas privadas rechazan sujetarse a esta medida de control, arguyendo que el test no está adaptado a los currículums de las escuelas privadas y que los padres que las escogen lo hacen precisamente porque ofrecen un currículum distinto.
Los alumnos becados son sólo un pequeño porcentaje del total. Obligar a esta minoría a pasar el test les identificaría como estudiantes de origen humilde. Las escuelas privadas, además, utilizan otros tests aprobados por el Departamento de Educación. Si fueran obligados a implementar el test de Florida para los alumnos becados, muchas escuelas privadas afirman que antes preferirían renunciar a los alumnos becados que cambiar su metodología de estudio.
Desde la introducción del programa de becas, los resultados académicos de los alumnos de Florida han mejorado, especialmente entre las minorías, a pesar del relativo estancamiento de las notas de los alumnos a nivel nacional.
Los datos de la National Assessment of Educational Progress muestran que los alumnos con necesidades especiales superan ahora a sus compañeros del resto del país en lectura. Los afroamericanos de cuarto curso superan o igualan al estudiante medio de ocho estados, y los alumnos hispanos superan o igualan al estudiante medio de 31 estados en lectura.
Florida es uno de los estados líder en libertad de elección en el ámbito educativo. Las opciones incluyen: educación pública, educación privada, programas de becas y deducciones fiscales, educación en casa y tutores. La página Florida School Choice informa a los padres sobre las distintas opciones disponibles. La Florida School Choice Fund es una fundación dedicada a promover la libertad educativa en el estado.
Los padres que se benefician de este programa pueden escoger la escuela privada que consideran que ofrece el mejor currículum y metodología de enseñanza. Las escuelas privadas que participan en el programa no están sujetas a las mismas regulaciones restrictivas que las escuelas públicas, lo que les permite experimentar y desmarcar su oferta de la de esos centros.
La diferencia con respecto a otros programas que favorecen la libertad de elección Estados Unidos, como los de cheque escolar, es que las becas para estudiantes con pocos recursos no provienen de subsidios públicos sino de deducciones fiscales. El Estado, por tanto, está menos involucrado y las escuelas privadas no ven socavada su independencia.
En Florida, los estudiantes de las escuelas públicas financiadas con dinero público tienen que someterse a un test estatal para acreditar sus conocimientos (el Florida Comprehensive Assessment Test). Los estudiantes de las escuelas privadas, incluidos los becados a través del programa, no tienen que superar este test.
Los representantes de las escuelas privadas rechazan sujetarse a esta medida de control, arguyendo que el test no está adaptado a los currículums de las escuelas privadas y que los padres que las escogen lo hacen precisamente porque ofrecen un currículum distinto.
Los alumnos becados son sólo un pequeño porcentaje del total. Obligar a esta minoría a pasar el test les identificaría como estudiantes de origen humilde. Las escuelas privadas, además, utilizan otros tests aprobados por el Departamento de Educación. Si fueran obligados a implementar el test de Florida para los alumnos becados, muchas escuelas privadas afirman que antes preferirían renunciar a los alumnos becados que cambiar su metodología de estudio.
Desde la introducción del programa de becas, los resultados académicos de los alumnos de Florida han mejorado, especialmente entre las minorías, a pesar del relativo estancamiento de las notas de los alumnos a nivel nacional.
Los datos de la National Assessment of Educational Progress muestran que los alumnos con necesidades especiales superan ahora a sus compañeros del resto del país en lectura. Los afroamericanos de cuarto curso superan o igualan al estudiante medio de ocho estados, y los alumnos hispanos superan o igualan al estudiante medio de 31 estados en lectura.
Florida es uno de los estados líder en libertad de elección en el ámbito educativo. Las opciones incluyen: educación pública, educación privada, programas de becas y deducciones fiscales, educación en casa y tutores. La página Florida School Choice informa a los padres sobre las distintas opciones disponibles. La Florida School Choice Fund es una fundación dedicada a promover la libertad educativa en el estado.