LD (EFE) Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Senado, a petición del Grupo Parlamentario Popular, Fernández Ordóñez, añadió que todo ello se producirá en un entorno de "previsible" mantenimiento de un ritmo "robusto" de creación de empleo y de aumento de la población.
A su juicio, el cambio de ciclo inmobiliario, "que parece estar ya en marcha", moderará la inversión en construcción, si bien los otros componentes de esta variable (obra civil y edificación no residencial) "podrían mantener cierta pujanza, lo que aliviaría el impacto negativo de la vivienda sobre el crecimiento".
Fernández Ordóñez señaló que previsiblemente la inversión empresarial siga siendo el elemento "más dinámico" de la demanda interna, aunque añadió que "es difícil que mantenga los ritmos tan elevados de crecimiento que ahora muestra", por lo que "difícilmente va a poder contrarrestar la ralentización del gasto familiar".
El gobernador del Banco de España insistió en la posición de "fortaleza" con la que las entidades de crédito españolas se enfrentan a estas turbulencias, con sus altos niveles de rentabilidad, confortables niveles de solvencia y una amplia cobertura de los créditos dudosos.
En cualquier caso, advirtió de que todo ello no quiere decir que la economía española y su sistema financiero puedan evitar las repercusiones que puedan derivarse del proceso de inestabilidad.
Asimismo, abogó por mantener la orientación actual de la política presupuestaria, "que está siendo tan beneficiosa para la estabilidad de la economía".
En su opinión, la economía española apunta a una cierta moderación del crecimiento, desde los elevados ritmos de expansión actuales, aunque advirtió de que la inestabilidad internacional ha incrementado, "como en todas partes", la incertidumbre.
También defendió la aplicación de reformas estructurales para mejorar el funcionamiento de los mercados de bienes y factores productivos e incrementar el capital productivo.
Por otra parte, Fernández Ordóñez destacó que las turbulencias tendrán cierto impacto negativo en el crecimiento de la economía mundial, "especialmente en 2008, si bien de magnitud limitada", por lo que, a su juicio, el dinamismo global de los últimos años se mantendrá, "aunque a ritmo más moderado".
Para la zona euro, aseguró que su crecimiento debería seguir situándose en torno a su tasa potencial, aunque no descartó ritmos de expansión "ligeramente" inferiores a los que se preveían hace unos meses, mientras que auguró que la inflación alcanzaría el dos por ciento a medio plazo.
Durante su intervención, el senador del PP Nicolás Fernández Cucurull acusó al Gobierno de "ir sobrado" y de no percibir "las nubes en el horizonte". Por esta razón ha criticado que el Ejecutivo actúe "como si nada pasase", porque, a su juicio, "no todos piensan así".
Por parte del Grupo Parlamentario Mixto, José Ramón Urrutia, alabó al gobernador por su "clase magistral" sobre macroeconomía en su intervención y le pidió tranquilizar a la gente "con hechos concretos", a lo que Fernández Ordóñez respondió que sería "imprudente" decirle a la sociedad que no ha pasado nada y que también lo sería decir qué impacto pueden tener las turbulencias en España, "porque no tenemos datos".
Desde el PSOE, el senador Segundo Bru abogó por el mantenimiento del superávit y del rigor presupuestario.
A su juicio, el cambio de ciclo inmobiliario, "que parece estar ya en marcha", moderará la inversión en construcción, si bien los otros componentes de esta variable (obra civil y edificación no residencial) "podrían mantener cierta pujanza, lo que aliviaría el impacto negativo de la vivienda sobre el crecimiento".
Fernández Ordóñez señaló que previsiblemente la inversión empresarial siga siendo el elemento "más dinámico" de la demanda interna, aunque añadió que "es difícil que mantenga los ritmos tan elevados de crecimiento que ahora muestra", por lo que "difícilmente va a poder contrarrestar la ralentización del gasto familiar".
El gobernador del Banco de España insistió en la posición de "fortaleza" con la que las entidades de crédito españolas se enfrentan a estas turbulencias, con sus altos niveles de rentabilidad, confortables niveles de solvencia y una amplia cobertura de los créditos dudosos.
En cualquier caso, advirtió de que todo ello no quiere decir que la economía española y su sistema financiero puedan evitar las repercusiones que puedan derivarse del proceso de inestabilidad.
Asimismo, abogó por mantener la orientación actual de la política presupuestaria, "que está siendo tan beneficiosa para la estabilidad de la economía".
En su opinión, la economía española apunta a una cierta moderación del crecimiento, desde los elevados ritmos de expansión actuales, aunque advirtió de que la inestabilidad internacional ha incrementado, "como en todas partes", la incertidumbre.
También defendió la aplicación de reformas estructurales para mejorar el funcionamiento de los mercados de bienes y factores productivos e incrementar el capital productivo.
Por otra parte, Fernández Ordóñez destacó que las turbulencias tendrán cierto impacto negativo en el crecimiento de la economía mundial, "especialmente en 2008, si bien de magnitud limitada", por lo que, a su juicio, el dinamismo global de los últimos años se mantendrá, "aunque a ritmo más moderado".
Para la zona euro, aseguró que su crecimiento debería seguir situándose en torno a su tasa potencial, aunque no descartó ritmos de expansión "ligeramente" inferiores a los que se preveían hace unos meses, mientras que auguró que la inflación alcanzaría el dos por ciento a medio plazo.
Durante su intervención, el senador del PP Nicolás Fernández Cucurull acusó al Gobierno de "ir sobrado" y de no percibir "las nubes en el horizonte". Por esta razón ha criticado que el Ejecutivo actúe "como si nada pasase", porque, a su juicio, "no todos piensan así".
Por parte del Grupo Parlamentario Mixto, José Ramón Urrutia, alabó al gobernador por su "clase magistral" sobre macroeconomía en su intervención y le pidió tranquilizar a la gente "con hechos concretos", a lo que Fernández Ordóñez respondió que sería "imprudente" decirle a la sociedad que no ha pasado nada y que también lo sería decir qué impacto pueden tener las turbulencias en España, "porque no tenemos datos".
Desde el PSOE, el senador Segundo Bru abogó por el mantenimiento del superávit y del rigor presupuestario.