LD (EFE) Ese avance del empleo, destaca el documento, contribuirá a reducir el paro en un punto porcentual en 2007, desde el máximo del 9 por ciento a finales de 2004. De aquí al 2010, su intención es crear dos millones de puestos de trabajo al año. Los Jefes de Estado y de Gobierno señalan, no obstante, que reducir aún más el desempleo, aumentar la productividad e incrementar el crecimiento potencial siguen constituyendo los desafíos claves para la Unión.
En su análisis de la renovada "estrategia de Lisboa", los 25 reiteran que la preparación para el envejecimiento de la población y la ambición de cosechar todos los frutos de la globalización serán los dos principios esenciales de las reformas estructurales. Subrayan que la recuperación económica –el crecimiento en 2006 volverá a su nivel potencial, calculan– brinda una buena oportunidad para continuar con vigor las reformas, así como para mejorar la consolidación fiscal en coherencia con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento renovado.
Así, el Consejo pide a los estados con déficit excesivo una actuación ambiciosa para poner fin lo antes posible a su déficit y recuerda que varios países deberían aplicar nuevas reformas para hacer más sostenibles sus regímenes de bienestar social. Respecto a los Programas Nacionales de Reforma, que los países remitieron a Bruselas en otoño pasado, los 25 se comprometen a informar en otoño de 2006 sobre las medidas adoptadas para llevarlos a cabo, teniendo en cuenta la evaluación de la Comisión y el Consejo.
Confirman que las áreas prioritarias de trabajo serán la inversión en educación e innovación, el apoyo al potencial empresarial –en especial a las pymes– y el impulso del empleo en las categorías prioritarias (jóvenes, mujeres, mayores, parados de larga duración, discapacitados, inmigrantes legales y minorías), así como la definición de la nueva política energética común.
Los líderes de los 25 toman nota de la propuesta de la Comisión de crear un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización, accesible para todos los Estados miembros, que proporcione un apoyo adicional a los trabajadores que se han quedado sin empleo como consecuencia de grandes cambios estructurales en las pautas del comercio mundial. Los Jefes de Estado y de Gobierno piden al Consejo, al Parlamento Europeo y a la Comisión que adopten las medidas adecuadas para que el Fondo se ponga en funcionamiento cuanto antes, y preferentemente el 1 de enero de 2007.
En su análisis de la renovada "estrategia de Lisboa", los 25 reiteran que la preparación para el envejecimiento de la población y la ambición de cosechar todos los frutos de la globalización serán los dos principios esenciales de las reformas estructurales. Subrayan que la recuperación económica –el crecimiento en 2006 volverá a su nivel potencial, calculan– brinda una buena oportunidad para continuar con vigor las reformas, así como para mejorar la consolidación fiscal en coherencia con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento renovado.
Así, el Consejo pide a los estados con déficit excesivo una actuación ambiciosa para poner fin lo antes posible a su déficit y recuerda que varios países deberían aplicar nuevas reformas para hacer más sostenibles sus regímenes de bienestar social. Respecto a los Programas Nacionales de Reforma, que los países remitieron a Bruselas en otoño pasado, los 25 se comprometen a informar en otoño de 2006 sobre las medidas adoptadas para llevarlos a cabo, teniendo en cuenta la evaluación de la Comisión y el Consejo.
Confirman que las áreas prioritarias de trabajo serán la inversión en educación e innovación, el apoyo al potencial empresarial –en especial a las pymes– y el impulso del empleo en las categorías prioritarias (jóvenes, mujeres, mayores, parados de larga duración, discapacitados, inmigrantes legales y minorías), así como la definición de la nueva política energética común.
Los líderes de los 25 toman nota de la propuesta de la Comisión de crear un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización, accesible para todos los Estados miembros, que proporcione un apoyo adicional a los trabajadores que se han quedado sin empleo como consecuencia de grandes cambios estructurales en las pautas del comercio mundial. Los Jefes de Estado y de Gobierno piden al Consejo, al Parlamento Europeo y a la Comisión que adopten las medidas adecuadas para que el Fondo se ponga en funcionamiento cuanto antes, y preferentemente el 1 de enero de 2007.