L D (EFE) Durante toda la mañana, 1.416 trabajadores, de los 1.517 que conforman la plantilla, votaron en tres urnas sobre el pacto alcanzado para el cierre de la planta con el siguiente resultado: 1.265 síes, 131 noes, 19 en blanco y uno nulo.
A las nueve de la mañana se abrieron las urnas para que los 1.517 trabajadores censados acudieran a votar y estaba previsto que sobre las doce del mediodía se cerraran, para proceder al escrutinio, pero la alta participación –acudieron a votar 1.416 operarios– hizo que las mesas permanecieran abiertas una hora más.
El presidente del comité, Antonio Pina, se mostró satisfecho por el resultado obtenido y destacó que "esto es un punto y seguido, y tendremos que tener la reunión con la Junta el próximo día 12 para marcar la hoja de ruta, donde nos queda el grueso del trabajo".
El presidente del comité adelantó que en dicha reunión se tiene que "dar forma" al preacuerdo alcanzado con la Junta, ya que "todavía hay muchos flecos sueltos", entre ellos los de "saber de qué edades de prejubilación se va a hablar y con qué porcentajes de la formación se van a empezar a pagar".
Pero la prioridad ahora, según Pina, es "empezar a hablar de los nombres de las empresas que se van a instaurar aquí y en qué condiciones", una tarea "fundamental" y en la que "los sindicatos nos tendremos que ver abocados a trabajar codo con codo para sacar lo mejor posible, para que la actividad industrial continúe en Delphi", apostilló.
Agregó que "uno de los retos personales" de los miembros del comité es que la actividad siga en Delphi y, aunque "a lo mejor le cambiamos la t y la h y le ponemos la f, se seguirá llamando complejo Delphi, como nosotros la anunciamos".
En este sentido, aseguró que "si viene una empresa que es catalana, nosotros no somos ni racistas ni clasistas, bienvenida sea para que nos dé cobertura en nuestros puestos de trabajo", en referencia a las empresas que pudieran instalarse en los terrenos de la factoría.
Pina lamentó el interés mostrado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) para ubicar empresas de procedencia andaluza en los suelos de Deplhi, ya que "podían haber dicho antes que tenían un proyecto para esta empresa, no ahora que sabe que nos hemos quedado libre de polvo y paja".
Casi cinco meses después de que se anunciara el cierre de la factoría puertorealeña el presidente del comité dio por cerrado el capitulo de Delphi y declaró que "empieza una nueva faceta, que son los compromisos políticos, a los que tenemos que ir dándole forma para que al final todos estemos colocados".
En su comparecencia ante los periodistas, Pina se congratuló "por la forma en la que hemos llevado la crisis", ya que la multinacional "creía que iba a lograr un cierre patronal con lo que evidentemente se hubieran ido de rositas".
Del mismo modo apuntó "que le hemos dado una lección de civismo y de inteligencia a todos, incluido a los gabinetes técnicos y jurídicos, ya que esta compañía ha tenido los mejores y no esperaban en ningún momento que nosotros nos pudiéramos quedar con el tema de los activos".
Tanto para el comité de empresa como para el 89,3 por ciento de los trabajadores de Delphi, el preacuerdo firmado con la empresa, por la que ésta pagará 120 millones de euros en concepto de indemnizaciones y cederá todos sus activos, representa el fin de la crisis, a pesar de no haber podido impedir el cierre de la planta.
A las nueve de la mañana se abrieron las urnas para que los 1.517 trabajadores censados acudieran a votar y estaba previsto que sobre las doce del mediodía se cerraran, para proceder al escrutinio, pero la alta participación –acudieron a votar 1.416 operarios– hizo que las mesas permanecieran abiertas una hora más.
El presidente del comité, Antonio Pina, se mostró satisfecho por el resultado obtenido y destacó que "esto es un punto y seguido, y tendremos que tener la reunión con la Junta el próximo día 12 para marcar la hoja de ruta, donde nos queda el grueso del trabajo".
El presidente del comité adelantó que en dicha reunión se tiene que "dar forma" al preacuerdo alcanzado con la Junta, ya que "todavía hay muchos flecos sueltos", entre ellos los de "saber de qué edades de prejubilación se va a hablar y con qué porcentajes de la formación se van a empezar a pagar".
Pero la prioridad ahora, según Pina, es "empezar a hablar de los nombres de las empresas que se van a instaurar aquí y en qué condiciones", una tarea "fundamental" y en la que "los sindicatos nos tendremos que ver abocados a trabajar codo con codo para sacar lo mejor posible, para que la actividad industrial continúe en Delphi", apostilló.
Agregó que "uno de los retos personales" de los miembros del comité es que la actividad siga en Delphi y, aunque "a lo mejor le cambiamos la t y la h y le ponemos la f, se seguirá llamando complejo Delphi, como nosotros la anunciamos".
En este sentido, aseguró que "si viene una empresa que es catalana, nosotros no somos ni racistas ni clasistas, bienvenida sea para que nos dé cobertura en nuestros puestos de trabajo", en referencia a las empresas que pudieran instalarse en los terrenos de la factoría.
Pina lamentó el interés mostrado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) para ubicar empresas de procedencia andaluza en los suelos de Deplhi, ya que "podían haber dicho antes que tenían un proyecto para esta empresa, no ahora que sabe que nos hemos quedado libre de polvo y paja".
Casi cinco meses después de que se anunciara el cierre de la factoría puertorealeña el presidente del comité dio por cerrado el capitulo de Delphi y declaró que "empieza una nueva faceta, que son los compromisos políticos, a los que tenemos que ir dándole forma para que al final todos estemos colocados".
En su comparecencia ante los periodistas, Pina se congratuló "por la forma en la que hemos llevado la crisis", ya que la multinacional "creía que iba a lograr un cierre patronal con lo que evidentemente se hubieran ido de rositas".
Del mismo modo apuntó "que le hemos dado una lección de civismo y de inteligencia a todos, incluido a los gabinetes técnicos y jurídicos, ya que esta compañía ha tenido los mejores y no esperaban en ningún momento que nosotros nos pudiéramos quedar con el tema de los activos".
Tanto para el comité de empresa como para el 89,3 por ciento de los trabajadores de Delphi, el preacuerdo firmado con la empresa, por la que ésta pagará 120 millones de euros en concepto de indemnizaciones y cederá todos sus activos, representa el fin de la crisis, a pesar de no haber podido impedir el cierre de la planta.