LD (Agencias) Actualmente, cuando a un trabajador temporal se le hace fijo, se le hace un contrato indefinido ordinario, cuya indemnización por despido improcedente es de 45 días por año trabajado. Sin embargo, tras algo más de dos horas de reunión de la mesa de reforma laboral, los representantes de los sindicatos dijeron que para reducir la importante bolsa de trabajadores eventuales, estarían "dispuestos a discutir que, en las conversiones de empleo temporal a indefinido, sea posible hacer contratos de fomento".
La secretaria de Empleo de CCOO, Dolores Liceras, precisó que los sindicatos sólo harán esta "cesión no menor". En ningún caso, añadió, estarían dispuestos a generalizar el uso del contrato de fomento (como quieren el Gobierno y los empresarios) y que actualmente se utiliza sólo para contratar a los colectivos más desfavorecidos (mujeres, jóvenes y mayores de 45).
Además, los sindicatos tampoco permitirán que este tipo de contrato se pueda ampliar a los trabajadores que estén desempleados, como ha propuesto la patronal porque, según advirtió el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, "mejorar o ampliar el uso del contrato de fomento, en absoluto supone generalizarlo". Ferrer precisó además que "no se trata de desmantelar el actual sistema de contratación fija, ni sus costes, sino de cómo usarla para rebajar la temporalidad".
Respecto al encadenamiento de contratos temporales, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, explicó en una rueda de prensa posterior, que el Gobierno mantiene su propuesta: que un mismo trabajador no esté contratado más de 24 meses en un periodo de 36. Los sindicatos, por su parte, proponen que un trabajador que ocupe el mismo puesto de trabajo durante 20 meses en un periodo de dos años pase a ser fijo y que, además, un mismo puesto de trabajo no pueda ser ocupado (por dos o más trabajadores) durante más de 14 meses en un máximo dos años. Según Valeriano Gómez, sobre este punto de la negociación hay "un nivel de acercamiento importante o, al menos, suficiente", que permitiría el acuerdo.
El último tema de la negociación de este lunes fue el de las contratas y subcontratas, donde más de dos millones de trabajadores tienen un contrato temporal de obra o servicio determinado, una modalidad que debería ser excepcional pero que se utiliza como "el contrato multiuso", denunció Dolores Liceras. Para que la mayor parte de estos trabajadores sean indefinidos, los sindicatos estarían dispuestos a aceptar que, en caso de que la contrata pierda su actividad, pueda recurrir al despido colectivo (en la práctica supone crear una quinta y nueva modalidad de causa objetiva de despido especial para las subcontratas).
Sin embargo, la patronal va más allá y quiere que, en esos casos (los despidos colectivos), se elimine la autorización administrativa (que el juez dé el visto bueno). Para el Gobierno, cualquier acuerdo sobre este punto "sería mejor que la situación actual" de los trabajadores de este sector.
Según el secretario general de Empleo, éste es "un debate crucial", ya que, en caso de acuerdo, se podría reducir "sustancialmente" una parte importante de empleo temporal (en España hay más de 5,3 millones de trabajadores eventuales). Los integrantes de la mesa de la reforma laboral volverán a reunirse el próximo lunes 6 de febrero, si bien tienen previsto ampliar el calendario de reuniones, confirmó Valeriano Gómez.
La secretaria de Empleo de CCOO, Dolores Liceras, precisó que los sindicatos sólo harán esta "cesión no menor". En ningún caso, añadió, estarían dispuestos a generalizar el uso del contrato de fomento (como quieren el Gobierno y los empresarios) y que actualmente se utiliza sólo para contratar a los colectivos más desfavorecidos (mujeres, jóvenes y mayores de 45).
Además, los sindicatos tampoco permitirán que este tipo de contrato se pueda ampliar a los trabajadores que estén desempleados, como ha propuesto la patronal porque, según advirtió el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, "mejorar o ampliar el uso del contrato de fomento, en absoluto supone generalizarlo". Ferrer precisó además que "no se trata de desmantelar el actual sistema de contratación fija, ni sus costes, sino de cómo usarla para rebajar la temporalidad".
Respecto al encadenamiento de contratos temporales, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, explicó en una rueda de prensa posterior, que el Gobierno mantiene su propuesta: que un mismo trabajador no esté contratado más de 24 meses en un periodo de 36. Los sindicatos, por su parte, proponen que un trabajador que ocupe el mismo puesto de trabajo durante 20 meses en un periodo de dos años pase a ser fijo y que, además, un mismo puesto de trabajo no pueda ser ocupado (por dos o más trabajadores) durante más de 14 meses en un máximo dos años. Según Valeriano Gómez, sobre este punto de la negociación hay "un nivel de acercamiento importante o, al menos, suficiente", que permitiría el acuerdo.
El último tema de la negociación de este lunes fue el de las contratas y subcontratas, donde más de dos millones de trabajadores tienen un contrato temporal de obra o servicio determinado, una modalidad que debería ser excepcional pero que se utiliza como "el contrato multiuso", denunció Dolores Liceras. Para que la mayor parte de estos trabajadores sean indefinidos, los sindicatos estarían dispuestos a aceptar que, en caso de que la contrata pierda su actividad, pueda recurrir al despido colectivo (en la práctica supone crear una quinta y nueva modalidad de causa objetiva de despido especial para las subcontratas).
Sin embargo, la patronal va más allá y quiere que, en esos casos (los despidos colectivos), se elimine la autorización administrativa (que el juez dé el visto bueno). Para el Gobierno, cualquier acuerdo sobre este punto "sería mejor que la situación actual" de los trabajadores de este sector.
Según el secretario general de Empleo, éste es "un debate crucial", ya que, en caso de acuerdo, se podría reducir "sustancialmente" una parte importante de empleo temporal (en España hay más de 5,3 millones de trabajadores eventuales). Los integrantes de la mesa de la reforma laboral volverán a reunirse el próximo lunes 6 de febrero, si bien tienen previsto ampliar el calendario de reuniones, confirmó Valeriano Gómez.