LD (EFE) La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica en su informe de empleo correspondiente a 2007 que la tasa de desempleo en España se situará en el 8,2 por ciento en 2007 y en el 8,1 por ciento en 2008, manteniendo el número de parados en 1,8 millones de personas. Por su parte, la tasa de desempleo media de la OCDE se situará en el 5,6 por ciento en 2007 para descender una décima al año siguiente.
Además, el informe denominado 'Perspectivas de empleo de la OCDE 2007', explica que alrededor de 32 millones de personas se encontraban en paro en sus países miembros en 2007, frente a los 33,6 millones del año anterior, y anticipa que la cifra de desempleados se reducirá en al menos dos millones de personas hasta finales de 2008, con un descenso gradual en la creación de empleo del 1,3 por ciento este año y del 1 por ciento en 2008.
Moderación del crecimiento
Asimismo, la OCDE advierte de una moderación a nivel mundial en el crecimiento económico, destacando la desaceleración en EEUU que pasará a crecer un 2,1 por ciento en 2007 y un 2,5 por ciento en 2008, mientras que en el caso de España se reflejará en incrementos del 3,6 por ciento en el presente ejercicio y del 2,7 por ciento para 2008. Por otro lado, el crecimiento de las economías miembros de la organización experimentará un incremento medio del 2,7 por ciento en 2007 y 2008.
Sin embargo, el aumento del empleo no supone por el momento una mayor presión vía salarios pues el crecimiento de la remuneración real de los trabajadores se situó en el conjunto de la OCDE en el 1,2 por ciento, por debajo del crecimiento del 1,5 por ciento de la productividad, aunque anticipa una aceleración del 1,4 por ciento en 2007 y del 1,7 por ciento en 2008.
Cae la remuneración real en España
En España, la remuneración real se redujo un 0,5 por ciento en 2006, mientras que las previsiones del organismo internacional establecen un crecimiento del 1 por ciento para el presente año y del 0,3 por ciento en 2008. El último informe de la OCDE hace hincapié en el desafío que para el mercado laboral supone el proceso de globalización económica que incrementa el crecimiento económico al mismo tiempo que eleva la preocupación de los trabajadores por sus empleos y salarios.
De este modo, el organismo internacional apunta que el desarrollo tecnológico y la reducción de costes de transporte facilitan la "fragmentación" de la producción y la externalización de funciones en otros países, elevando el número de trabajadores y empresas que compiten en el escenario económico mundial.
La globalización exige una apuesta por el trabajo cualificado
Asimismo, la OCDE advierte de que los empleados con menor cualificación serán los que sufran en mayor medida las consecuencias de las deslocalizaciones producto del proceso globalizador ante el que las empresas buscan mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a un entorno y demanda que varían rápidamente y con creciente competencia. Por ello se exige una transformación hacia empleos de mayor cualificación. Por este motivo, el organismo subraya que los poderes públicos tienen la capacidad para jugar un importante rol en el proceso de globalización a la hora de establecer políticas de empleo, comerciales y educativas.
En este sentido, la organización señala que en aquellos países en los que las contribuciones a la Seguridad Social son muy elevadas es deseable reducir el peso de los salarios por otras vías de ingresos, como impuestos indirectos o al consumo. Asimismo, la OCDE apuesta por sistemas de protección social para los desempleados que promuevan políticas activas de empleo y cuyos beneficios sociales tengan un carácter individualizado, en línea con las políticas adoptadas en los países nórdicos.
Por otra parte, el informe señala que las desigualdades salariales se están incrementando. La OCDE indica que en 18 de los 20 países miembros donde hay disponibilidad de datos, la brecha salarial entre los empleados mejor remunerados y los salarios más bajos se ha ampliado, con la única excepción de Irlanda y España .
Cae la productividad en España
Por otro lado, el informe de la OCDE destaca la importancia del incremento de la productividad en el aumento del PIB per capita, y alerta de que ciertas reformas laborales pueden suponer un incremento de la fuerza de trabajo, pero paralelamente reducir el crecimiento de la productividad laboral. De este modo, el organismo internacional advierte de que determinadas políticas de promoción del empleo pueden promover el acceso al mercado laboral de personal no cualificado.
Asimismo, la OCDE señala los efectos positivos que sobre el aumento de la productividad pueden tener medidas como el establecimiento de un salario mínimo, mantener una cierta protección para los desempleados, así como buscar la conciliación laboral y familiar. De este modo, el informe concluye que las reformas encaminadas a incrementar el empleo sin suponer un cambio tecnológico o en el grado de eficiencia podrían tener un impacto negativo en el crecimiento de la productividad.
Teniendo en cuenta la relación entre el incremento del capital invertido y el crecimiento del trabajo, la OCDE afirma que las diferencias entre los estados miembros en el crecimiento de la productividad se deben a diferencias en la productividad multifactor, en la que destacan los elevados niveles de Irlanda, Finlandia y Grecia, mientras que España e Italia tienen niveles negativos. Entre estos múltiples factores que pueden mejorar la productividad, la OCDE subraya la importancia del capital humano y su preparación específica, la inversión en I+D y la adopción de políticas fiscales y macroeconómicas.