L D (EFE) "La introducción de la cota única de impuesto es la prueba de una reforma fiscal profunda, tal como hemos prometido", declaró en rueda de prensa el ministro de Finanzas, Ionut Popescu. Por su parte, el jefe del Gobierno, Calin Popescu Tariceanu, afirmó que con esta medida se pretende "alentar el trabajo y la iniciativa privada". A su juicio, esta decisión "correcta y necesaria" es la primera prueba de que el nuevo Ejecutivo cumple sus promesas.
El Gobierno –de centro derecha– tardó menos de una hora en adoptar la medida económico-fiscal más importante de la reciente historia rumana. Para ello se sirvió de una “ordenanza de emergencia”, que permitirá su entrada en vigor a partir del 1 de enero.
Tariceanu dijo que el objetivo es hacer más competitiva la economía del país (cabe recordar que el ingreso de Rumanía en la UE está previsto para el 1 de enero de 2007), y que se dispone a aprobar leyes “muy serias” contra la evasión e indisciplina fiscal. Asimismo, explicó que lo que se deje de percibir por la reducción de la tasa de impuestos se contrarrestará con lo que aflore de la denominada economía sumergida.
El primer ministro rumano expresó su convicción de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apoyará a Bucarest en “estimular las inversiones y el entorno empresarial”.
Hasta ahora el sistema fiscal rumano constaba de cotas progresivas de entre el 18 y el 40 por ciento, y era muy criticado porque el umbral desde el que se aplicaba el máximo era muy bajo, de 10.000 millones de lei mensuales (unos 300.000 euros). Algunos analistas citados por EFE creen que el nuevo sistema podría dar alas a la inflación, que en 2004 rondaba el 10 por ciento.