LD (EFE) Los expertos macroeconómicos discrepan sobre si los presupuestos del Gobierno para 2008 son los más adecuados a la presente situación económica, ya que mientras algunos los ven ajustados a la previsible evolución de la economía, otros los consideran poco cautelosos ante la incertidumbre actual.
Tras conocer el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2008 aprobado hoy por el Consejo de Ministros, algunos de los analistas consultados por Efe coincidieron con las previsiones macroeconómicas del Ejecutivo, mientras otros las consideraron demasiado alcistas.
El más tajante en este sentido fue el catedrático emérito de la Universidad San Pablo-CEU y premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Juan Velarde, quien calificó los presupuestos de "excesivamente optimistas", teniendo en cuenta "la situación de crisis que se avecina".
En su opinión, no es creíble que en 2008 se vaya a crecer el 3,3 por ciento y "da la impresión de que el presupuesto se había preparado antes de que se agravase la situación -en referencia a la reciente crisis financiera- y no se ha modificado". Respecto a las rebajas impositivas introducidas por el Gobierno, Velarde opinó que, con una previsión de superávit del Estado del 0,3 por ciento del PIB, debería tener un "robusto mantenimiento del resto de los ingresos presupuestarios".
Velarde también manifestó sus dudas de que la asignación regional de las inversiones en infraestructuras e I+D+i sea la más conveniente para obtener la máxima rentabilidad, pues no está claro, en su opinión, que zonas con altos niveles de rentabilidad vayan a recibir el mismo trato dado a Cataluña y Andalucía. Más satisfecho con los presupuestos se mostró el experto Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), quien señaló que las cuentas son "razonables", aunque reconoció que el crecimiento del Producto Interior Bruto en 2008 podría ser menor del 3,3 por ciento.
"A día de hoy, todavía es incierto cuál puede ser el impacto de las turbulencias financieras sobre el crecimiento económico, no sólo de España, sino sobre todo de la economía internacional", señaló. El endurecimiento de las condiciones financieras, continuó, puede condicionar los presupuestos y, en particular, los ingresos de las arcas públicas.
Por su parte, el director del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, Xavier Segura, indicó que los presupuestos entran "dentro de lo previsible" en una coyuntura como la actual, y destacó el capítulo social, que, a falta de un análisis más detenido, considera "compatible" con el objetivo de mantener un superávit.
"Los presupuestos son adecuados a la posición cíclica de la economía española y no comprometen el saneamiento de las finanzas públicas", añadió. En cuanto a las prioridades de gasto previstas en las cuentas, los expertos consultados valoraron la inversión en capital humano y tecnológico, así como en infraestructuras.
Así, Ontiveros señaló que "España todavía se encuentra por debajo de la media de la UE en capital humano y tecnológico", por lo que "lo ideal sería que no se quedara aquí ese esfuerzo, sino que se mantuviera en el ejercicio siguiente", añadió. También valoró el gasto en infraestructuras físicas porque "va a actuar como una compensación parcial del descenso relativo que cabe esperar en la construcción residencial".
En la misma línea se pronunció Segura, quien señaló que la inversión en I+D+i y en educación son fundamentales para potenciar la productividad española. En cuanto a las infraestructuras, Segura destacó que, desde el punto de vista de Cataluña, los déficit acumulados en esa comunidad estaban comprometiendo su crecimiento económico y que "dado el fuerte impacto de éste en el resto de España, era necesario aumentar la dotación en ese capítulo".
Tras conocer el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2008 aprobado hoy por el Consejo de Ministros, algunos de los analistas consultados por Efe coincidieron con las previsiones macroeconómicas del Ejecutivo, mientras otros las consideraron demasiado alcistas.
El más tajante en este sentido fue el catedrático emérito de la Universidad San Pablo-CEU y premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Juan Velarde, quien calificó los presupuestos de "excesivamente optimistas", teniendo en cuenta "la situación de crisis que se avecina".
En su opinión, no es creíble que en 2008 se vaya a crecer el 3,3 por ciento y "da la impresión de que el presupuesto se había preparado antes de que se agravase la situación -en referencia a la reciente crisis financiera- y no se ha modificado". Respecto a las rebajas impositivas introducidas por el Gobierno, Velarde opinó que, con una previsión de superávit del Estado del 0,3 por ciento del PIB, debería tener un "robusto mantenimiento del resto de los ingresos presupuestarios".
Velarde también manifestó sus dudas de que la asignación regional de las inversiones en infraestructuras e I+D+i sea la más conveniente para obtener la máxima rentabilidad, pues no está claro, en su opinión, que zonas con altos niveles de rentabilidad vayan a recibir el mismo trato dado a Cataluña y Andalucía. Más satisfecho con los presupuestos se mostró el experto Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), quien señaló que las cuentas son "razonables", aunque reconoció que el crecimiento del Producto Interior Bruto en 2008 podría ser menor del 3,3 por ciento.
"A día de hoy, todavía es incierto cuál puede ser el impacto de las turbulencias financieras sobre el crecimiento económico, no sólo de España, sino sobre todo de la economía internacional", señaló. El endurecimiento de las condiciones financieras, continuó, puede condicionar los presupuestos y, en particular, los ingresos de las arcas públicas.
Por su parte, el director del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, Xavier Segura, indicó que los presupuestos entran "dentro de lo previsible" en una coyuntura como la actual, y destacó el capítulo social, que, a falta de un análisis más detenido, considera "compatible" con el objetivo de mantener un superávit.
"Los presupuestos son adecuados a la posición cíclica de la economía española y no comprometen el saneamiento de las finanzas públicas", añadió. En cuanto a las prioridades de gasto previstas en las cuentas, los expertos consultados valoraron la inversión en capital humano y tecnológico, así como en infraestructuras.
Así, Ontiveros señaló que "España todavía se encuentra por debajo de la media de la UE en capital humano y tecnológico", por lo que "lo ideal sería que no se quedara aquí ese esfuerzo, sino que se mantuviera en el ejercicio siguiente", añadió. También valoró el gasto en infraestructuras físicas porque "va a actuar como una compensación parcial del descenso relativo que cabe esperar en la construcción residencial".
En la misma línea se pronunció Segura, quien señaló que la inversión en I+D+i y en educación son fundamentales para potenciar la productividad española. En cuanto a las infraestructuras, Segura destacó que, desde el punto de vista de Cataluña, los déficit acumulados en esa comunidad estaban comprometiendo su crecimiento económico y que "dado el fuerte impacto de éste en el resto de España, era necesario aumentar la dotación en ese capítulo".