Menú

Los países del G-20 seguirán aprobando planes de estímulo contra la crisis

Aunque las principales economías están empezando a experimentar crecimientos del PIB –no es el caso de España–, los países del G-20 han acordado seguir aprobando planes de estímulo y ayudas a los bancos, en la línea de lo dicho por Trichet. También quieren controlar las bonificaciones.

Los ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20 (países ricos y emergentes) reafirmaron su compromiso con el fortalecimiento del sistema financiero para impedir riesgos excesivos y futuras crisis, así como con el apoyo al crecimiento sostenido de la economía.

"Seguiremos aplicando las medidas de apoyo, incluidas las políticas monetarias y fiscales" aprobadas en la cumbre de Londres el pasado abril "hasta que garanticemos la recuperación", dijo el ministro británico, Alistair Darling.

El ministro anunció que se seguirá adelante con la reforma del sistema financiero para evitar que se repitan crisis como la del año pasado y que se revisará el "sistema de compensaciones" a los directivos bancarios para evitar que se adopten políticas de riesgo a corto plazo que comprometen la estabilidad de los mercados.

Strauss, "impresionado" por el consenso

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, aseguró por su parte que los bancos centrales han ayudado a evitar una "posible catástrofe" económica mundial y advirtió de que la crisis no está superada. Al término de la reunión en Londres de los ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20, Strauss-Kahn dijo que el mundo aún "no está fuera de la crisis", aunque reconoció que "estamos viendo el final del túnel".

El máximo responsable del Fondo indicó que aún hay problemas sociales que atender, especialmente el desempleo, que seguirá aumentando durante unos meses, pues las medidas puestas en marcha por el G-20 aún necesitan un tiempo para que puedan dar fruto.

Strauss-Kahn calificó de "muy buena" la reunión de Londres, especialmente por el elevado acuerdo entre las delegaciones, aunque admitió que el acuerdo no fue del cien por cien.

"Estoy impresionado por el nivel de consenso", señaló el director gerente, quien recordó que había temores de que tras la cumbre del pasado abril en Londres -en la que participaron los jefes de Estado y de Gobierno del G-20- el consenso pudiera ir desapareciendo con el tiempo, aunque destacó que "no ha sido el caso".

Strauss-Kahn destacó el importante nivel de cooperación entre el FMI y el G-20, que ya existía entre los ministros de Economía y Finanzas, pero que se ha incrementado con la implicación de los jefes de Estado o Gobierno de los países desarrollados y emergentes.

Seis puntos

Según el comunicado conjunto del grupo, cuya reunión fue preparatoria de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará el 24 y 25 de septiembre en Pittsburgh (EEUU), los puntos más importantes acordados son los siguientes:

1.- Regular las prácticas de compensación y gobierno corporativo, a fin de "impedir correr riesgos excesivos a corto plazo y mitigar los riesgos para el sistema".

Por eso, el G-20 apoya una "mayor transparencia" sobre el nivel y estructura de las remuneraciones de "aquellos cuyas acciones tienen un impacto material al correr riesgos", en referencia a los sueldos y a las primas que reciben los directivos de los bancos.

En este sentido, el grupo se muestra partidario de establecer unos "parámetros globales" que velen por la "relación entre la remuneración fija y variable y las primas garantizadas", de manera que las prácticas de compensación cumplan con la "creación de valor a largo plazo y la estabilidad financiera".

El G-20 pide al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB en sus siglas en inglés) que informe a la cumbre de Pittsburgh de "las propuestas específicas en detalle para desarrollar ese marco, que podría incorporarse a medidas de supervisión".

2.- Una mayor regulación de las grandes firmas del sistema financiero.

Entre otros objetivos dentro de este apartado, el grupo de 20 naciones se muestra partidario de una actitud "más prudente" que refleje "el alto coste del fracaso" de los bancos, como quedó demostrado con la crisis de 2008, que situó al sistema financiero internacional al borde del colapso total.

3.- Compromiso con el logro de un mayor progreso en el desarrollo de una regulación más prudente.

El G-20 apoya en ese punto exigir a los bancos que cuenten con "más capital y de mejor calidad" una vez que se produzca la recuperación económica, con el objetivo de que el fracaso de un gran banco no tenga un efecto dominó sobre el resto del sistema y no ponga en suspenso el flujo de crédito hacia empresas y particulares.

"Pedimos a los bancos que retengan una mayor proporción de los actuales beneficios para construir capital, cuando sea necesario, a fin de apoyar el crédito", subraya el comunicado.

4.- Cooperación entre los países contra los paraísos fiscales a partir de marzo de 2010.

El grupo también quiere que los países en desarrollo "se beneficien de la nueva transparencia fiscal, posiblemente a través de un instrumento multilateral", y que haya sanciones efectivas contra los países que no sean plenamente transparentes a partir de la citada fecha sobre el comercio bancario.

5.- Medidas para prevenir el surgimiento de nuevos riesgos, con particular atención a las agencias de calificación de riesgo y los "hedge funds" (fondos de inversión libre).

6.- Convergencia hacia unos parámetros de contabilidad independientes y de mayor calidad mundiales de los instrumentos financieros.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura