LD (L. Ramírez / D. Alonso) Por sorprendente que parezca, la noticia es cierta según ha podido comprobar la cadena británica BBC y la exclusiva fue publicada por el diario comunista Choson Sinbo . En un país donde se estima que más de dos millones de personas mueren de hambre, el Gobierno ha apoyado la creación del primer restaurante italiano, especializado en pizzas . El proyecto tiene el respaldo oficial, ya que el dictador ha mandado a un grupo de norcoreanos a Italia para su formación en la elaboración de los platos.
El paladar del dirigente comunista Kim Jong Il no se ha privado de nada mientras sus ciudadanos no tienen comida que llevarse a sus bocas. Bien conocido es su gusto por la “buena mesa” y por productos de lujo como el caviar, el vino francés y la sopa de aleta de tiburón. Tampoco se priva de consumir bebidas alcohólicas de alta graduación y entre sus preferencias destaca el coñac.
El nuevo responsable de la pizzeria, Kim Sang-Soon, asegura que coincide con el dictador en el éxito que tendrá el restaurante. Según él, la mayoría de los coreanos del norte “podrán ahora permitirse acceder a los platos más famosos del mundo” .
En esta línea de propaganda comunista , el periódico progubernamental ha realizado un reportaje en el que supuestamente entrevista a clientes de la nueva pizzeria. Uno de ello alaba al presidente del país por permitirle “probar por primera vez en la vida platos italianos que sólo había visto por televisión”.
El establecimiento importará la materia prima desde Italia , lo que dará jugosas comisiones a los encargados de realizar la transacción internacional y permitirá seguir aumentando la corrupción en Corea del Norte.
El año pasado algunos chefs del país comunista volaron a Napoles y Roma para aprender a crear las pizzas y platos de pasta italiana. A su vuelta decidieron probar a cocinas estar viandas mediante el método de “prueba y error”, según confirma el gerente del establecimiento que acaba de abrir sus puertas.
La inauguración de esta pizzeria ha sido planeada durante una década . De hecho, el chef italiano Ermanno Furlanis viajó al país en 1997 invitado por el Gobierno, para enseñar a los cocineros locales. A algunas de estas clases asistió el dictador en persona, que es considerado una especie de Dios.
El pueblo coreano busca comida en los bosques
Dejando a un lado toda esta propaganda, la crisis de los alimentos y la desidia del dictador está obligando a los norcoreanos a buscar comida en los bosques . Pendientes de China, Myanmar o Palestina, los medios de comunicación prestan escasa atención a Corea del Norte, excepto cuando se habla de su supuesto arsenal nuclear o de las gigantescas celebraciones (obligatorias) que se producen cada vez que cumple años el líder, Kim Jong Il.
Sin embargo, en este campo de concentración vive una población estimada de 23 millones de habitantes. Y la mayoría pasa hambre. Hace 10 años, una hambruna mató a unos 3 millones de personas (las cifras varían, el hermetismo del régimen impide conocer la realidad). Ahora podría suceder algo similar.
El Programa Mundial de Alimentos ha alertado de que 2008 va a ser un año crítico. A los 6'5 millones de personas que pasan hambre en Corea del Norte, otras muchas se sumarán debido a la subida de los precio de los alimentos. El país dependerá aún más, si cabe, de la ayuda internacional. La situación es tal que Corea del Sur se ha ofrecido a ayudar.
Pero el dictador comunista sigue viviendo de lujo. Ahora mismo quizá este viendo alguna de las más de 20 mil películas que almacena en sus archivos, mientras uno de sus súbditos añade corteza de árbol y hierba a su dieta. O quizá beba coñac por las noches mientras otro sale a buscar comida al bosque para no morirse de hambre.
El paladar del dirigente comunista Kim Jong Il no se ha privado de nada mientras sus ciudadanos no tienen comida que llevarse a sus bocas. Bien conocido es su gusto por la “buena mesa” y por productos de lujo como el caviar, el vino francés y la sopa de aleta de tiburón. Tampoco se priva de consumir bebidas alcohólicas de alta graduación y entre sus preferencias destaca el coñac.
El nuevo responsable de la pizzeria, Kim Sang-Soon, asegura que coincide con el dictador en el éxito que tendrá el restaurante. Según él, la mayoría de los coreanos del norte “podrán ahora permitirse acceder a los platos más famosos del mundo” .
En esta línea de propaganda comunista , el periódico progubernamental ha realizado un reportaje en el que supuestamente entrevista a clientes de la nueva pizzeria. Uno de ello alaba al presidente del país por permitirle “probar por primera vez en la vida platos italianos que sólo había visto por televisión”.
El establecimiento importará la materia prima desde Italia , lo que dará jugosas comisiones a los encargados de realizar la transacción internacional y permitirá seguir aumentando la corrupción en Corea del Norte.
El año pasado algunos chefs del país comunista volaron a Napoles y Roma para aprender a crear las pizzas y platos de pasta italiana. A su vuelta decidieron probar a cocinas estar viandas mediante el método de “prueba y error”, según confirma el gerente del establecimiento que acaba de abrir sus puertas.
La inauguración de esta pizzeria ha sido planeada durante una década . De hecho, el chef italiano Ermanno Furlanis viajó al país en 1997 invitado por el Gobierno, para enseñar a los cocineros locales. A algunas de estas clases asistió el dictador en persona, que es considerado una especie de Dios.
El pueblo coreano busca comida en los bosques
Dejando a un lado toda esta propaganda, la crisis de los alimentos y la desidia del dictador está obligando a los norcoreanos a buscar comida en los bosques . Pendientes de China, Myanmar o Palestina, los medios de comunicación prestan escasa atención a Corea del Norte, excepto cuando se habla de su supuesto arsenal nuclear o de las gigantescas celebraciones (obligatorias) que se producen cada vez que cumple años el líder, Kim Jong Il.
Sin embargo, en este campo de concentración vive una población estimada de 23 millones de habitantes. Y la mayoría pasa hambre. Hace 10 años, una hambruna mató a unos 3 millones de personas (las cifras varían, el hermetismo del régimen impide conocer la realidad). Ahora podría suceder algo similar.
El Programa Mundial de Alimentos ha alertado de que 2008 va a ser un año crítico. A los 6'5 millones de personas que pasan hambre en Corea del Norte, otras muchas se sumarán debido a la subida de los precio de los alimentos. El país dependerá aún más, si cabe, de la ayuda internacional. La situación es tal que Corea del Sur se ha ofrecido a ayudar.
Pero el dictador comunista sigue viviendo de lujo. Ahora mismo quizá este viendo alguna de las más de 20 mil películas que almacena en sus archivos, mientras uno de sus súbditos añade corteza de árbol y hierba a su dieta. O quizá beba coñac por las noches mientras otro sale a buscar comida al bosque para no morirse de hambre.