LD (Luis F. Quintero) La historia reciente de Detroit tiene más sombras que luces. Desde que los automóviles asiáticos entraron en el mercado norteamericano, los gigantes de Detroit (General Motor, Ford y Chrysler) comenzaron a resentirse.
Desde ese momento (hace 20 años) la población de este núcleo industrial norteamericano no ha dejado de drenar población. Actualmente sufre la peor depresión de su historia. Desde 1950, la ciudad de Detroit ha perdido casi un millón de habitantes, pasando de 1.849.568 habitantes a 886.671 registrados en 2005.
Pero la realidad de Detroit se ha vuelto verdaderamente dantesca con el estallido de la crisis financiera. Los principales motores económicos de la ciudad (las factorías de las tres grandes marcas de coches norteamericanas) comenzaban a sufrir un severo frenazo en las ventas. Además, las ejecuciones hipotecarias se sucedían a cuenta de la crisis subprime. La última estocada la han sufrido con la quiebra de General Motor y Chrysler.
Poco a poco, barrios enteros comenzaban a quedarse vacíos y a merced de las bandas, los graffiteros, los camellos y vagabundos. Barrios enteros, donde ya no se ofrece servicio de limpieza, policía o bomberos.
En cualquier caso, los propietarios de viviendas en Detroit se encuentran con otro problema, las casas que compraron ahora no valen nada. El precio medio de la vivienda en esta célebre ciudad norteamericana ha caído hasta los 6.000 dólares, encontrando casas que se venden por menos de 200 dólares.
Inversores
Así las cosas, son pocas las familias que busquen ahora su futuro en Detroit. En cambio, los inversores parecen haber encontrado una oportunidad magnífica, a juzgar por sus operaciones en la ciudad. Según publica CNNMoney los inversores llegan a comprar entre 10 y 15 viviendas al mismo tiempo.
Jeremy Burgess, co-fundador del Urban Detroit Mayorist, que compra vivienda subvalorada para rehabilitarla y venderla o alquilarla, cuenta que tiene "a los inversores de todo el país y de todo el mundo, una mujer lituana acaba de comprar una segunda casa".
Por otro lado, Mike Shannon, especialista en ejecuciones hipotecarias de Detroit con clientes en Nueva Zelanda, Australia, Inglaterra y otros países señala que los inversores locales "no tienen dinero".
Algunos inversores se han hecho con auténticas pedazos de Detroit. Un californiano ha adquirido un total de 178 propiedades, de una en una, la mayoría por debajo de los 10.000 dólares. Otro ha adquirido seis propiedades en Detroit durante el mes de Septiembre y espera comenzar a comprar cinco al mes.
Uno de los cazadores de gangas que se ha lanzado de cabeza al mercado inmobiliario de Detroit es Jason Imbruglio de 29 años de Tacoma, Washington, cuenta que ha ya ha adquirido tres propiedades porque "el capital necesario para entrar en el mercado de Detroit es tremendamente bajo".
Imbruglio, compró hace dos años dos viviendas familiares con dos habitaciones y un baño en cada una, pagaó 12.000 dólares. Luego se gastó 18.000 dólares en repararlas hasta alcanzar un coste total de inversión de 30.000 dólares. Ahora, cobra 1.100 euros de alquiler a los inquilinos que tiene en cada una de las viviendas.
Después de pagar el 10% a una sociedad de servicios de gestión, pagar los impuestos de propiedad y los servicios públicos además de los gastos de mantenimiento, Imbruglio advierte de que está obteniendo unos beneficios de dos dígitos.
Según otros inversores el secreto para hacer rentable su aventura en Detroit es elegir bien el barrio y las propiedades adquiridas. Según cuentan algunos han adquirido paquetes de casas a granel que en sólo un año se han deteriorado notablemente. Otros, en cambio que han adquirido propiedades con el objetivo de ponerlas en alquiler, en barrios con servicios públicos y casas con buenos acabados y calidades, los alquileres están subiendo.
Así, los inversores que acuden a Detroit suelen hacer sus planes a 10 años vista. Adquieren a precio extraordinariamente bajo, acomodan la vivienda y la alqulan para asegurarse unos ingresos regulares. Más tarde, confían en que la vivienda se revalorice para venderla.
Precisamente para facilitar el alquiler, algunos se han acogido a los programas gubernamentales de alquileres protegidos, que ofrecen casas de alquiler de hasta 3 habitaciones por unas rentas que oscilan entre los 850 dólares/mes y los 1.200.
El caso de Detroit parece querer mantener vivo el concepto de EEUU como la tierra de las oportunidades. Una ciudad donde la quiebra de las principales empresas de la ciudad ha dejado a la población a merced de las ejecuciones hipotecarias y sin servicios públicos mínimos en multitud de barrios y en el primer lugar del ránking de ciudades más peligrosa del país. Sin embargo, sigue siendo una ciudad de oportunidades para todo aquel dispuesto a asumir un riesgo.