LD (EFE) La tasa de crecimiento de los ingresos tributarios fue inferior en más de tres puntos a la correspondiente al 2002 (el nueve por ciento), lo que se explica por la doble incidencia de la rebaja de los tipos de retención y del traslado a 2003 de las devoluciones correspondientes al IVA mensual y al Impuesto sobre Sociedades no realizadas en el ejercicio anterior.
Entre los componentes más dinámicos de los ingresos obtenidos el pasado año por los diferentes impuestos destaca el IVA, que creció el 9,9 por ciento en relación con el año anterior. La causa de este espectacular incremento está en el aumento del consumo, sobre todo el relacionado con la vivienda, lo que provocó que los ingresos del Estado por este concepto se elevaran hasta el 31 por ciento del total de la recaudación. El resto de impuestos indirectos aumentó su recaudación el 10,6 por ciento.
Entre los componentes más dinámicos de los ingresos obtenidos el pasado año por los diferentes impuestos destaca el IVA, que creció el 9,9 por ciento en relación con el año anterior. La causa de este espectacular incremento está en el aumento del consumo, sobre todo el relacionado con la vivienda, lo que provocó que los ingresos del Estado por este concepto se elevaran hasta el 31 por ciento del total de la recaudación. El resto de impuestos indirectos aumentó su recaudación el 10,6 por ciento.
Entre los impuestos directos, el IRPF aportó a las arcas del Estado 46.451 millones de euros, el 4,8 por ciento más que los ingresos obtenidos por este concepto en el 2002. El motivo de este reducido aumento hay que buscarlo en el descenso de los tipos de retención de trabajo, actividades profesionales, capital y fondos además del adelanto de las devoluciones a madres trabajadoras con hijos de corta edad y la aceleración del crecimiento de las rentas gravadas.
En lo que respecta al Impuesto sobre Sociedades, la expansión de los beneficios empresariales habría generado un crecimiento bastante superior de la recaudación, pero el efecto de los cambios normativos mitigó la subida, que fue del 2,3 por ciento.
Por otro lado, la recaudación por Impuestos Especiales se incrementó el 4,3 por ciento por la moderada subida del precio medio del tabaco rubio y el descenso en el consumo fiscal de alcoholes. Los únicos retrocesos en la aportación al erario público se registraron el pasado año en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (cuyos ingresos descendieron el 9,9 por ciento) y las tasas y resto de ingresos (en este caso cayeron el 3 por ciento).