Los funcionarios británicos imitan a los helenos y convocan una huelga de dos días

Alrededor de 270.000 funcionarios públicos del Reino Unido protagonizan a partir de hoy una huelga de cuarenta y ocho horas para protestar por las futuras condiciones de despido.

El paro, decidido por el sindicato de servicios públicos y comerciales, afectará a distintos servicios como tribunales, puertos, oficinas de Hacienda, museos y el Parlamento, entre otros.

El sindicato convocante denuncia que con las reformas gubernamentales los funcionarios públicos van a perder un tercio del dinero al que tenían derecho por años de trabajo.

Se trata de la mayor huelga de funcionarios públicos desde 1987 y se esperan nuevas acciones de protesta en vísperas de las elecciones generales de este año.

Según el secretario general del sindicato, Mark Serwotka, "los funcionarios públicos están enfadados" con las reformas propuestas por el Gobierno y "quieren demostrar lo fundamental que es su trabajo para la sociedad".

"De acuerdo con los cambios propuestos, (esos funcionarios) se exponen a perder un tercio de sus derechos y decenas de miles de libras si se quedan sin trabajo", criticó el líder sindical.

"El Gobierno está haciendo añicos los contratos de los funcionarios públicos mal pagados y al mismo tiempo dice que no puede hacer nada contra las primas de los banqueros por culpa de las obligaciones contractuales", denunció Serwotka.

El Gobierno calificó de "justas" sus reformas y dijo que son fruto de negociaciones y consultas con cinco de los seis sindicatos de funcionarios públicos.

Según el Gobierno, quienes ganan menos de 30.000 libras (33.000 euros) al año tendrán derecho a seguir cobrando ese sueldo durante dos o tres años.

Finanzas públicas insostenibles

El próximo Gobierno de Reino Unido deberá plantearse como tarea prioritaria la adopción de medidas para recortar el actual déficit público, según señalan los expertos del Institute Of Directors.

Esta organización británica que representa y fija las normas por las que se rigen los directivos de las empresas en este país indicó en su último programa que la recuperación económica podría recibir un estímulo si se recortara el gasto público como parte de una restricción fiscal.

Estos expertos alertaron a los políticos de que un continuo debate sobre la rapidez con la que podría atajarse este déficit podría dañar la economía.

Una encuesta realizada a 1.500 miembros de esta organización desveló que nueve de cada diez consideró que los actuales niveles de gasto público deberían ser atajados.

Además, la mayoría de los participantes en la consulta señaló que esas reducciones deberían comenzar este mismo año.

El director general del Institute Of Directors, Miles Templeman, manifestó que para rebajar el déficit era necesario adoptar "medidas rápidas", lo que implicaría "realizar significativos recortes en el gasto en 2010".

"Estamos convencidos de que hace falta adoptar medidas rápidas para erradicar el déficit público", observó este experto.

Templeman agregó que una hipotética reducción en el gasto contribuiría a impulsar como consecuencia el crecimiento de la economía.

Por otro lado, el economista Graeme Leach añadió a la agencia de noticias británica Press Association (PA) que con el programa elaborado por esta organización se pretendía propiciar "un ambicioso plan para transformar la competitividad de Reino Unido".

"Si funciona al completo, el Reino Unido podría convertirse en el mejor lugar del mundo para los negocios antes de 2020", agregó este experto.