Hace más de 4.000 años los esclavos levantaban pirámides en la meseta de Gizeh (Egipto) para adorar a su faraón Keops, también conocido como Jufu o Khufu, perteneciente a la IV dinastía, del Imperio Antiguo. Sus súbditos lo consideraban un semidios que dirigía los designios del pueblo. Era adorado y temido. Su alter ego vive ahora en Madrid, es alcalde y se ha quedado sin un euro para continuar sus faraónicas obras y, como sucede en todos los consistorios españoles, está dispuesto a sangrar a los ciudadanos con tasas y multas. Como en el caso de Keops, es adorado por unos y temido por otros.
Y es que las fusiones e intervenciones de las cajas de ahorros han puesto en un segundo plano la gran noticia de la jornada de ayer: los ayuntamientos no podrán pedir créditos para seguir financiando sus actividades. Si a esto le unimos que las cajas de los consistorios están vacías por el hundimiento inmobiliario (los gobiernos municipales se forraban recalificando y vendiendo suelo), prepárense para una ofensiva recaudatoria sin precedentes. Ya lo avanzamos en este diario: les van a multar hasta por recoger musgo para el belén navideño, poner macetas en las ventanas o llamar a sus hijos por la ventana para que suban a comer, que se enfría el cocido, oiga.
Así, Expansión asegura que “los alcaldes no podrán pedir créditos hasta 2012”. La medida está incluida en el decreto ley de ajuste del gasto publicado ayer lunes y en teoría entraba en vigor en 24 horas. Los diarios (como es natural) no recogen la noticia publicada en el BOE hoy martes,y es que Zapatero da otros siete meses a los ayuntamientos antes de que entre en vigor la medida: atribuye a un "error" lo que es un escándalo sin precedentes.
Fíjense si la cuestión es importante que en el ayuntamiento catalán de de Sant Cugat del Vallés, gobernado por CiU, los funcionarios han trabajado más que nunca para “aprobar todo el endeudamiento previsto para 2010” y, de esta forma, eludir la nueva normativa. Si es que cuando los empleados municipales se ponen en serio a hacer algo...no hay quien les pare.
Por su parte, Cinco Días añade que el decreto ley “fija que cualquier autorización de obra pública que supere los 12.000 euros deberá contar con un informe de Hacienda que será preceptivo y vinculante”. Es decir, que todas las actividades de José Blanco, ministro de Fomento, deberán ser aprobadas por la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Exceptuando, claro está, las visitas a programas de televisión de dudosa reputación.
En cuanto a El Economista, califica la decisión del Gobierno de “cerrojazo a los ayuntamientos” y aporta un dato escalofriante: la deuda de las corporaciones locales roza los 34.600 millones de euros. La quinta parte corresponde al ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz Gallardón.
¿Fusiones frías de cajas?
Sin embargo, los grandes titulares no son para los alcaldes, sino para las cajas de ahorros. Tras la intervención de Cajasur el pasado sábado, con nocturnidad y alevosía que es como se hacen estas cosas, ahora vienen las "fusiones frías" o Sistemas Institucionales de Protección (SIP). No se preocupen, se lo explico de forma sencilla.
Cuando una serie de cajas están con el agua al cuello porque han dado un montón de créditos a empresas y particulares que no pueden (o no quieren) devolverlos, entonces el Banco de España se enfada y amenaza a las entidades con intervenirlas si no se fusionan.
Entonces se busca el visto bueno de los gobiernos regionales (que son los que controlan las cajas) y se produce una “fusión fría”: es decir, se mantienen todas las cajas operativas, con las mismas marcas, empleados y oficinas, agrupando las cuentas financieras en una nueva entidad. Pero, entonces ¿por qué se fusionan? pues porque en este proceso las entidades piden fondos al FROB para garantizar el éxito de la fusión y.... ¿de dónde sale este dinero? Pues de los bolsillos de todos ustedes (y del mío, por supuesto) que somos los esclavos de la era posmoderna.
Pues bien, los diarios salmón destacan en sus portadas que la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Cajastur, Cantabria y Extremadura se fusionan. Y empieza el baile de cifras respecto al dinero que piden para la operación. Expansión dice que "más de 1.000 millones”, Cinco Días que “entre 1.400 y 1.800 millones”, y El Economista sitúa el rescate en los 1.600 millones.
Con todo este material no es extraño que pase desapercibida la visita de los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a España en lo que denominan como misión “rutinaria”. Es curioso que el país al que fueron con anterioridad fue Grecia ¿verdad? Seguro que también iban a disfrutar del paisaje y, de paso, a echar un vistazo a los cuentas públicas. Pues que sepan que las nuestras son lamentables.
El Fondo le ha dado un severo varapalo al Gobierno español, a los sindicatos y a la patronal. No es la primera vez, pero en esta ocasión no hay paños calientes que valgan. Hay que reformarlo todo, de forma “urgente” y “radical”, poniendo especial atención en el mercado laboral, las pensiones y las cajas de ahorros, en las que, por cierto, critica la presencia de políticos en sus órganos de dirección.
Habrá que esperar a finales de esta semana para conocer el contenido de la reforma laboral. De momento El Economista asegura que "los sindicatos aceptan ampliar las causas del despido con 20 días por año trabajado". Lo que sí les aseguro es que tras el acuerdo, si se produce, el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, presentará su dimisión, que será aceptada. Un empresario fracasado no puede dirigir la CEOE.