Raam dijo:
"se mete gente arbitrariamente y sin haber estudiado ni estar capacitados"
No puedo hablar por toda la Administración, pero en el caso que conozco, que es un centro de investigación del CSIC, no es así en absoluto. Para poder trabajar allí como personal laboral hay que incluir el cv en su bolsa de trabajo. Los méritos expuestos en él (estudios, publicaciones, experiencia, etc.) se valoran objetivamente y dan lugar a una puntuación. Luego para cada contrato se hace una nueva valoración del cv en función de su adecueción al perfil requerido, lo que da lugar a puntuación adicional. Se lleva el contrato el candidato con más puntos. Y eso para contratos que duran de 2 a 4 años, porque suelen estar asociados a proyectos de investigación de esa duración.
Otros contratos son los JAE, que pueden ser de distinto tipo (técnicos, investigadores postdoctorales, etc.), pero siempre temporales, con mucha competencia y exigiéndose mucho nivel.
Vamos, que se exige preparación y experiencia y la competencia es dura para trabajos que al fin y al cabo son de duración limitada. No creo que se pueda pedir más. Esto no es dedazo, son méritos demostrados.
El problema son los asesores y cargos de confianza de los políticos. Esos sí que son "a dedo" y generalmente carecen de preparación para su puesto (por ejemplo, tiulados en derecho ejerciendo de consejeros de Sanidad o Medio Ambiente). Y esos son los que cobran una pasta que doctores con estancias en el extranjero y cientos de publicaciones no pueden ni soñar.
¡POR FIN! Parece que al noble pueblo español, entre norias y corazones, le queda alguna neurona libre para distinguir funcionarios de contratados entre los empleados públicos. Y no pierdo la fe en que al final acabaremos dandonos cuenta que donde se produce el dedazo y el pesebreo es en los contratos, y se mete gente arbitrariamente y sin haber estudiado ni estar capacitados.
Si alguien quiere saber qué pasa cuando los políticos nombran a los "funcionarios", basta con mirar el Tribunal Constitucional.
Que el pobre, desde lo de Rumasa, no ha vuelto ha recobrar la dignidad. Ni ha hecho nada por recobrarla, por supuesto. No vaya a ser que les cesen en el intento.
En este país casi todo el mundo en algún sentido se beneficia de subvenciones. Hay muchos sectores privados que reciben ayuda mediante diversas formas, directamente a la producción, o al cese de producción, al combustible, a mantener actividades no rentables,a realizar contratos laborales basura, a la agricultura, pesca, minería, cine, a la adquisición de ordenadores, coches u otros, al uso de energías renovables a precio superior al mercado, los bancos para que no quiebren, etc . ,sin contar con los ciudadanitos de a pie con alguna profesión u actividad "autónoma" que estafan a Hacienda realizando economía sumergida, que esos si que crean una pérdida tremenda al Estado. Pues todos esos para mi también son "Funcionarios", porque "funcionan" con el dinero de todos para beneficio privado.
Fíjate si estarán mejor las familias españolas ahora, lerda Pajote, que ahora hay DOS MILLONES DE PERSONAS mejor que antes de que llegarais a mejorarles la vida.
Los empleados de muchos servicios públicos, como basuras o transportes no son trabajadores públicos puesto que la explotación del servicio, en ocasiones se saca a licitación completamente o de manera mixta. La manera mixta es claramente la peor, porque los públicos se suelen tocar los cataplines mientras que los dependientes de la empresa privada, cargan con todo el trabajo. Evidentemente los empleados públicos que no son funcionarios deberían desaparecer, puesto que para empezar son una competencia desleal. Y al igual que el servicio de limpieza lo realizan empresas privadas que concursan en licitación, cualquier labor de las empresas públicas, también debería ser sacada a licitación. En eso todo el mundo está de acuerdo, lo cual no quiere decir que se deba reducir el número de funcionarios de carrera o que en muchos casos, el puesto no debería ser vitalicio, por la sencilla razón de que si no tienen en lo que trabajar, no tiene sentido tener a gente en nómina. O que muchos funcionarios como los de educación (en todos los niveles) no tienen por qué tener el puesto vitalicio. Y por supuesto debería haber un organismo de control mucho más exigente que acabe con la bajísima productividad de la administración pública. A parte que el estado debería de liberalizar muchos de los servicios que ofrece ya que el gasto es insostenible y el servicio de mala calidad. Hay que entender una cosa, la cuestión no está en reducir el gasto un porcentaje, sino que el gasto tiene que ser el mínimo posible, y todo aquello que se pueda conseguir en el mercado, no debería ofrecerlo el estado.
Interesante artículo. Así que los funcionarios son apenas el 50 % de los que cobran de la Administración. Eso no se suele decir.
Luego, se agradecería una aclaración al redactor. A ver, todos los días vemos el camión de la basura. En una ciudad pone FCC, en otras la que sea, y así sucesivamente. Eso son empresas puras y duras. ¿Esa gente donde la contabilizamos? Muchos conocemos a informáticos que están trabajando para el Ayuntamiento, para la Comunidad Autonoma o Seguridad Social y en cambio la nómina la cobran por una empres privada. ¿Esos también cuentan como empleados públicos o no?
Los políticos ya no aguantan a los funcionarios porque son los que la mayor parte de las veces les arruinan el negociete que se traen entre manos. Ellos quieren enchufar a gente de confianza a la que poder chantajear. Chaves & Co. quieren, en Andalucía, asimilar a 20.000 empleados puestos a dedazo en Agencias y chiringuitos diversos ligados al PSOE como si fueran funcionarios de carrera. En inmensidad de Ayuntamientos, el personal eventual (asesorcetes y otras variedades) se llevan la mayor parte de los presupuestos de dichos ayuntamientos. Es por todo esto por lo que les sobra los funcionarios, son molestos y les incomodan.
Esta es una información que debería tenerse presente siempre que se habla de funcionarios. Los funcioanrios de carrerra, que hemos superado oposiciones muy duras,estamos hartos de denunciar el "dedazo". Estamos hartos de pedir una Administración más profesional. La única forma de ingreso deberían ser las oposiciones y, en aquellos casos de oficios u ocupaciones que por su caracter erspecial no requiriese una oposición deberían ser los únicos ocupados por personal laboral. Así lo determinó el TC en sentencia de 11 de junio de 1987. Pero los políticos se saltan la legislación a la torera y así tenemos la politización que tenemos.
Lo demás es demagogia barata. Es oopinar de cosas sin saber.
La Administración requiere una reforma, eso lo sabemos todos, pero empezando por sus estructuras y siguiendo por el cumplimiento de la legislación. Con eso, que parece poco, pero que no lo es, se reduciría el gasto en las administraciones públicas en un porcentaje altísimo.